lunes, 15 de septiembre de 2025

El Escándalo del «Hotel de Rusia» (31 de enero de 1895). Cuando un brigadier (general de brigada) en la reserva abofeteó al embajador del sultán de Marruecos.



1. Contexto: La Primera Guerra del Rif (1893-1894).

Este incidente diplomático tiene su origen en la Primera Guerra del Rif (conocida también como Guerra de Margallo) librada en Melilla entre España y las tribus rifeñas en 1893. 
Durante los combates, el gobernador militar de Melilla, General Juan García Margallo, perdió la vida en la batalla de Cabrerizas Altas (octubre de 1893). 
La guerra concluyó en 1894 con la firma del Tratado de Marrakech, por el cual el sultán de Marruecos se comprometió a pagar indemnizaciones de guerra a España (inicialmente fijadas en 2.800.000 duros en varios plazos). Sin embargo, ese mismo año ascendió al trono marroquí un nuevo sultán, Mulay Abdelaziz, quien buscó revisar estos términos debido a las dificultades para pagarlos.






2. La Embajada marroquí en Madrid (enero de 1895).

Revista La Ilustración Española y Americana
A comienzos de 1895, el sultán envió a Sidi (El Hadj) Abd el-Krim Brisha a España al frente de una embajada extraordinaria con el objetivo de negociar una moratoria o reducción en el pago de las indemnizaciones pactadas. Abd el-Krim Brisha era un alto diplomático marroquí, descrito como un anciano erudito de Tetuán y hábil negociador, que hablaba español correctamente. La misión llegó a Madrid el 28 de enero de 1895 y se alojó en el céntrico Hotel de «Rusia» (situado en la Carrera de San Jerónimo) inaugurado en 1869. La presencia de la exótica comitiva marroquí atrajo la atención de la sociedad madrileña, y se prepararon actos oficiales de alto nivel, incluida una recepción solemne en el Palacio Real con la Regente María Cristina.




3. El hotel Rusia.

El hotel se ubica en la esquina de Carrera de San Jerónimo, 32 (antiguo nº 34) con Ventura de la Vega. El edificio se construyó en 1866 y en 1869 abrió como «el Gran Hotel de Rusia», uno de los alojamientos elegantes del Madrid de fin de siglo.

Fue escenario de banquetes y recepciones diplomáticas y como dato curioso, en él nació el cine en Madrid. En mayo de 1896 se instaló en sus bajos el primer cinematógrafo de la ciudad,

El Ayuntamiento de Madrid fijó la primera sesión pública en 14 de mayo de 1896, durante San Isidro. El operador Alexandre Promio, concesionario de «Lumière», proyectó aquellas ‘fotografías animadas’ que asombraron a los madrileños.

Se conservan actualmente dos placas conmemorativas en fachada.

Actualmente la planta baja alberga el Centro de Salud «Las Cortes» (Atención Primaria) de la Comunidad de Madrid; y en las plantas superiores existen hostales que hoy ocupan parte de los pisos altos del número 30–32.



4. La agresión.


A las 13:00 h aproximadamente, del 31 de enero de 1895, cuando la delegación marroquí se disponía a salir del Hotel Rusia rumbo al Palacio Real para presentar sus credenciales, ocurrió el escándalo. En el momento en que el embajador Abd el-Krim Brisha bajaba los últimos escalones de la entrada, un individuo emergió de entre la multitud y le propinó una sonora bofetada (o puñetazo) en el rostro. El agresor gritó airadamente: “¡Todavía hay en España alguien capaz de vengar la muerte del General Margallo!”, dejando claras sus motivaciones de venganza por la reciente guerra. Inmediatamente, el personal de la embajada contuvo al embajador marroquí –quien llegó a amagar con sacar un arma en defensa propia– para evitar que la situación escalara violentamente.

 

El atacante fue reducido y detenido en el acto por un teniente de Seguridad presente. Al ser identificado, resultó ser el general de brigada retirado Manuel Fuentes Sanchiz (llamado también Miguel Fuentes en algunas crónicas). Fuentes Sanchiz, muy conocido en círculos militares, había sido amigo cercano y compañero de armas del difunto General Margallo. Llevaba año y medio alimentando resentimiento por la muerte de su colega y, al ver los honores con que España recibía a la embajada marroquí, “no pudo reprimir sus impulsos” y atacó al anciano diplomático de forma sorpresiva. El general fue arrestado de inmediato y sometido a un consejo de guerra (sumario) por su acción, que en segundos se había convertido en un serio incidente internacional.

Los ríos de tinta corrieron en la prensa e, incluso, la actual historiografía española aún fabula sobre anécdotas en torno a la tribulación de Sagasta, a la mediación patriótica de la reina apelando a su condición de dama o a los aspavientos coléricos del embajador, solicitando el pago de la afrenta en sangre hispana.

El general Fuentes y Sanchiz, había sido gobernador militar de Castellón y condecorado en Cuba, arrastraba antecedentes de desequilibrio mental según algunas crónicas del momento.



5. Reacciones oficiales y desagravios.

El Gobierno de Sagasta se vio obligado a disculparse públicamente, a dictar una moratoria sobre las indemnizaciones exigidas a Marruecos tras la guerra del Rif (1893-1894) y, a la postre, a recluir al agresor como inimputable por «enajenación mental».

El embajador Brisha, aturdido y ultrajado, amagó inicialmente con suspender su presentación ante la reina, negándose a acudir al Palacio Real tras la afrenta. Finalmente fue persuadido por el general Martínez Campos (arquitecto de la paz en Melilla) para continuar con el protocolo. Aun así, el incidente provocó “gran revuelo” en España: la Reina Regente María Cristina condenó enérgicamente la agresión y manifestó al embajador que “el golpe lo he sentido yo en mi corazón”, expresándole personalmente sus disculpas y pesar por lo ocurrido.

 

Las máximas autoridades españolas se volcaron en desagraviar al representante marroquí. En los días siguientes, el cuerpo diplomático acreditado en Madrid, líderes de todos los partidos políticos, el alcalde y las autoridades locales, e incluso los ministros del Gobierno en pleno, desfilaron por el Hotel Rusia para presentar sus respetos y excusas al embajador Brisha en nombre de la nación. El Congreso de los Diputados también acordó comunicar oficialmente al sultán Abdelaziz la repulsa y disculpa oficial de España por tan bochornoso incidente. En la prensa española de la época, la agresión fue ampliamente condenada –muchos periódicos tildaron al general Fuentes de “desequilibrado” o “loco” para subrayar que actuó por cuenta propia–, dejando claro que su acto no representaba la voluntad del Gobierno ni del pueblo de España.



6. Consecuencias diplomáticas: una negociación favorable a Marruecos.

Paradójicamente, aquel puñetazo acabó beneficiando ampliamente a Marruecos en la negociación que se estaba llevando a cabo. El embajador Brisha explotó hábilmente el incidente para presionar por mejores condiciones. De hecho, tras la agresión, la delegación marroquí exigió anular o revisar las concesiones previas pactadas en 1894. El Gobierno español, ansioso por reparar el agravio y evitar un conflicto diplomático mayor, accedió a renegociar. Apenas unas semanas después, el 24 de febrero de 1895, se firmó un convenio adicional al tratado de paz: se otorgó a Marruecos la moratoria en los pagos que venía buscando y se redujo sustancialmente la indemnización pendiente.

En esencia, España perdonó aproximadamente la mitad de la deuda de guerra que quedaba por cobrar, además de otras condiciones favorables (por ejemplo, el sultán se comprometió a castigar a los cabecillas rifeños y a desplegar fuerzas propias frente a Melilla para mantener la frontera en calma). Los negociadores contemporáneos ya señalaron la “extraordinaria rentabilidad” que Marruecos obtuvo de aquella estruendosa bofetada, considerada desproporcionada frente a toda la sangre española derramada en la defensa de Melilla. En palabras de un cronista, “los moros nunca tuvieron una negociación tan fácil con España” como la que siguió a este incidente.

Por su parte, Manuel Fuentes Sanchiz enfrentó las consecuencias de su acto. Fue encarcelado y procesado militarmente por agredir a un representante extranjero en misión oficial. Si bien algunos sectores pudieron simpatizar en privado con su arranque “vengador”, públicamente no recibió ningún respaldo: su acción puso en aprietos al Gobierno de Cánovas y se convirtió en un lastre diplomático.

En resumen, el incidente dio una ventaja en las negociaciones al sagaz Sidi Brisha, quien desde una inesperada atalaya de autoridad moral, obtuvo la quita de la mitad de las compensaciones de guerra que originalmente ascendían a dos millones ochocientos mil duros, con el consiguiente ahorro a las arcas marroquíes y el gasto millonario a los españoles.


7. Epílogo: retorno trágico de la embajada y hundimiento del Reina Regente.

Como gesto de desagravio, el Gobierno español dispuso que la embajada marroquí regresara con máximas atenciones. Para su viaje de vuelta se les asignó el moderno crucero de guerra «Reina Regente», que los trasladó desde Cádiz hasta Tánger en marzo de 1895. El 9 de marzo, Abd el-Krim Brisha y su comitiva embarcaron en dicho buque, que cumplió sin novedad la travesía dejándolos sanos y salvos en suelo marroquí ese mismo día. Trágicamente, pocas horas después de desembarcar a los diplomáticos, el Reina Regente se vio atrapado en un violento temporal en el Estrecho de Gibraltar y naufragó el 10 de marzo de 1895 con todos sus 412 tripulantes a bordo. El naufragio conmocionó a España –era uno de los buques más avanzados de la Armada– y durante semanas se buscó el pecio sin éxito. Este epílogo luctuoso añadió aún más resonancia histórica al incidente del Hotel Rusia, cerrando de manera dramática un capítulo diplomático-militar que empezó con una ofensa en un hotel madrileño y terminó con concesiones en un tratado y un buque perdido en el mar.



7. Fuentes.

«Diario de Burgos», 2-II-1895, crónica «Agresión al embajador marroquí».


J. Becker, «España y Marruecos. Sus relaciones diplomáticas durante el siglo XIX», 1903, pp. 289-294. (Full text of "España y Marruecos: : sus relaciones diplomáticas durante el siglo XIX")


La Ilustración Española y Americana, núm. I, 8-I-1895 (y grabado del 8-III-1895). (Full text of "10 Ilustración Española Y Americana 1895 1", File:El hach Abd-El-Krim-Brisha, embajador extraordinario de S. M. ...)


MAEC, Historia de la Diplomacia Española, t. XII, 2017, cap. «Convenio adicional de 24-II-1895». ([PDF] HISTORIA DE LA DIPLOMACIA ESPAÑOLA XII)


A. R. Giménez, «El Hotel Rusia y el cinematógrafo», Antiguos Cafés de Madrid, 7-XI-2012. (EL HOTEL RUSIA Y EL CINEMATÓGRAFO.)


C. Ruiz Bravo, «Embajada marroquí y naufragio del “Reina Regente”», Aljaranda, nº 66 (2007). (reina regente joh.pmd)


Alamy Photo Archive, ref. Abd-El-Krim Brisha meeting Martínez Campos, 1895. (El hach Abd-El-Krim-Brisha, extraordinary ambassador of S. M. ...)


E. Sepúlveda, «En el Hotel de Rusia», El Nuevo Mundo, 7-II-1895 (cit. en Pupitre de Museología, 2020). (abril 2020 - Pupitre de Museología)


«El Arte» (Olivenza), 2-II-1895, nota breve sobre la bofetada. (EL ARTE. - Hemeroteca Digital)


Tales of the Sea, «Reina Regente», 2008 (síntesis del itinerario embajada-buque). (REINA REGENTE - Tales of the Sea).


Diario El Faro de Ceuta: Colaboración de A. Sempere, "Guerra del general Margallo en Melilla" (20/12/2022)elfarodeceuta.eselfarodeceuta.es.


Diario Melilla Hoy: “Cronología Histórica de Melilla (LXXI)” – enero 1895melillahoy.esmelillahoy.es.


Blog Antiguos Cafés de Madrid: “El Hotel Rusia y el Cinematógrafo” (M.R. Giménez, 2012)antiguoscafesdemadrid.com.


Gaceta de Madrid, nº 32 (1 feb 1895), pp. 373-374: Recepción oficial del embajador marroquí por la Reina Regenteboe.esboe.es.


Ayuntamiento de Madrid — Blog «Madrid, 125 años regalando sueños de cine» (primer cine en Madrid; fecha 14/05/1896). Diario del Ayuntamiento de Madrid


Filmoteca Española (Ministerio de Cultura) — «Historia»: primer cinematógrafo de Madrid en 1896, bajos del desaparecido Hotel de Rusia. Cultura


Ayuntamiento de Madrid / Comunidad de Madrid — Ficha del Centro de Salud «Las Cortes», dirección Carrera de San Jerónimo, 32. MadridCentros Sanitarios


Biblioteca Virtual de Madrid (Comunidad de Madrid) — «Actividad empresarial. Hotel Rusia» (1885–1897): documentación de gestión del hotel. bibliotecavirtualmadrid.comunidad.madrid


Catálogo de Edificios Protegidos — Portal de datos abiertos del Ayuntamiento (verificación del régimen de protección en Geoportal). Datos Madrid


Universidad Autónoma de Madrid — «Sol y Letras. Un paseo centenario», ruta comentada (ficha nº 09: Hotel de Rusia; 1866–1869; primeras proyecciones). Universidad Autónoma de Madrid


Mirador Madrid — «Primera proyección cinematográfica en Madrid» (texto de la placa y explicación de las dos placas). Mirador Madrid


Madrid es Noticia — «La película del Hotel Rusia…» (síntesis reciente; mención al cambio de numeración 34→32). Madrid es Noticia

martes, 9 de septiembre de 2025

Traslado forzoso desde Alcalá de Henares en 1936 de los Regimientos de Caballería «Calatrava» y «Villarrobledo».

1. Contexto previo: tensión en Alcalá de Henares durante la II República.

    Alcalá de Henares, ciudad con larga tradición militar, albergó durante el siglo XX varias unidades de caballería. Tras la llegada de la Segunda República en 1931, se reorganizaron las fuerzas de caballería: el Regimiento de Cazadores de Calatrava n.º 30 se fusionó con los Lanceros de La Reina y Príncipe para formar el Regimiento de Caballería n.º 2, destacado en Alcalá. Este recuperó su nombre histórico «Calatrava» en 1935. Junto a él se encontraba acuartelado el Regimiento de Caballería de «Villarrobledo» (designado entonces como n.º 1). Ambos formaban parte de la I Brigada de Caballería de la División, con guarnición en Alcalá.

alcalaturismoymas.com 
    En la primavera de 1936, España vivía un clima político extremadamente polarizado tras el triunfo electoral del Frente Popular en febrero. Alcalá de Henares no fue excepción. Durante los meses previos hubo enfrentamientos y provocaciones mutuas entre militares y militantes de izquierda en la ciudad. La tensión llegó a tal nivel que el propio alcalde republicano de Alcalá solicitó el apoyo de los regimientos de caballería para mantener el orden público.


2. Los incidentes de mayo de 1936 en Alcalá de Henares.

    El punto álgido llegó el 15 de mayo de 1936, cuando estallaron una serie de altercados violentos en Alcalá de Henares. Las versiones de los hechos varían según las fuentes, pero todos coinciden en que hubo choques graves entre civiles izquierdistas y militares. Según un relato, todo comenzó cuando un oficial del Calatrava que paseaba por la ciudad intervino al verlo requerido por unas mujeres para ayudar a dos niños maltratados por matones; tras enfrentarse a ellos, corrió el rumor de que tanto el militar como los niños del asilo eran “fascistas”, lo que desató la furia de grupos radicales de izquierda.

Antiguo cuartel de caballería. Alcalá de Henares. ancienhistories.blogspot.com 

    La multitud exaltada atacó al oficial, obligándolo a huir. Poco después, el capitán Isidro Rubio —que se aproximaba en bicicleta— fue reconocido como militar y recibió una lluvia de insultos, pedradas e incluso disparos. El capitán Rubio apenas logró refugiarse en su domicilio, que fue rápidamente sitiado por los manifestantes, quienes llegaron a rociar la puerta con gasolina con intención de incendiarla. Ante el peligro inminente, Rubio y su familia escaparon de la casa por la parte trasera durante la noche, huyendo hacia Madrid.

    Los disturbios continuaron. Esa misma tarde, varios oficiales de la guarnición que regresaban en autobús desde Madrid fueron interceptados por turbas a la entrada de Alcalá. Temiendo por sus vidas, los militares abrieron paso a tiros para dispersar a los agresores y ponerse a salvo. La situación quedó fuera de control: los llamados “piquetes comunistas” y otros manifestantes llevaron el enfrentamiento hasta las puertas de los cuarteles de Caballería. En el caos, se registraron varios heridos.

    Estos sucesos, inéditos por su gravedad, conmocionaron a nivel nacional. Se percibieron dentro del Ejército como un ataque directo contra las Fuerzas Armadas. A pesar de las acusaciones de que las agresiones habían sido orquestadas por el Frente Popular, lo cierto es que el Gobierno republicano decidió tomar medidas drásticas frente a lo ocurrido en Alcalá, pero contra los militares. Desde la perspectiva de muchos oficiales, esa tibieza equivalía a complicidad con el “asalto revolucionario” al Ejército. El malestar en el estamento castrense crecía aceleradamente.


3. La decisión gubernamental de traslado (17 de mayo de 1936).

    Informado de los graves sucesos de Alcalá, el gobierno de Manuel Azaña (presidente de la República desde el 10 de mayo) y el primer ministro Santiago Casares Quiroga actuaron con celeridad. El 17 de mayo de 1936, apenas dos días después de los disturbios, el Ministerio de la Guerra ordenó la salida inmediata de los dos regimientos de caballería de Alcalá de Henares. Esta decisión sin precedentes atendía a una petición formal elevada por la asamblea local del PSOE (reunida tras los hechos en la Casa del Pueblo) que exigía retirar de la ciudad a las fuerzas de Caballería. Azaña, natural de Alcalá, probablemente influyó en esta determinación del nuevo gobierno Frente Popular.

Antiguo Cuartel de Caballería de la calle Siete Esquinas. patrimoniohistorico.ayto-alcaladehenares.es

    

    La orden disponía que el Regimiento «Calatrava» n.º 2 fuera trasladado a Salamanca, y el Regimiento «Villarrobledo» n.º 1 a Palencia. Para sustituirlos, se destacaron en Alcalá unidades consideradas más confiables políticamente: el 7.º Batallón de Zapadores Minadores (Ingenieros) procedente de Salamanca y el Batallón de Infantería Ciclista desde Palencia. Se pensaba que, por ser unidades de creación reciente y con mandos leales a la República (tenientes coroneles Mariano Monterde y Joaquín Azcárate), garantizarían el orden sin simpatizar con eventuales conspiraciones.

    El general Manuel de Alcázar, Comandante militar de la plaza de Alcalá, recibió instrucciones estrictas de ejecutar el traslado en un plazo de 48 horas. Además, se ordenó detener a los coroneles jefes de los dos Regimientos de Caballería –Plácido Gete (Villarrobledo) y Victoriano Moreno (Calatrava)– y someterlos a consejo de guerra por los incidentes ocurridos bajo su mando. Esta severidad buscaba prevenir cualquier resistencia o réplica armada a la orden gubernamental de traslado.



4. El traslado urgente y la marcha de los regimientos.

    El traslado se llevó a cabo con extraordinaria premura y logística considerable. Entre el 18 y 20 de mayo de 1936, más de quince trenes militares fueron preparados para transportar a la tropa, sus caballos, armamento y pertrechos. Muchos alcalaínos acudieron a la estación a presenciar la partida de los escuadrones de caballería –según la crónica del periódico local «El Eco de Alcalá».

    La orden de partida llegó tan abruptamente que pilló desprevenidas a numerosas familias de militares. Varios oficiales rehusaron embarcar en los trenes, alegando que no abandonarían a sus esposas e hijos en medio de un ambiente local tan hostil. El gobierno interpretó esas negativas como insubordinación flagrante. Para evitar desobediencias, se envió a Alcalá una compañía de Guardias de Asalto encargada de detener a los oficiales remisos. De hecho, se produjo la insólita situación de que los trenes partieron llevando a la tropa, caballos y material, pero sin parte de sus oficiales, que habían sido arrestados en Alcalá.

Antigua Comandancia Militar Alcalá de Henares. infoalcalaina.com 

    El 20 de mayo de 1936, Salamanca recibió al Regimiento «Calatrava» procedente de Alcalá. Un primer escuadrón con sus caballos había llegado de madrugada, seguido al día siguiente por el resto del Regimiento, sumando unos 500 soldados en total. El coronel Carlos Caballero (de ideología republicana) asumió allí el mando en junio, en sustitución del coronel destituido tras los sucesos de Alcalá. Por su parte, el Regimiento «Villarrobledo» completó su traslado a Palencia en fechas similares (mediados de mayo de 1936). Mientras tanto, el Regimiento de Zapadores n.º 7 y el Batallón Ciclista– tomaban posición en Alcalá en esos días finales de mayo.

    Tal fue la rapidez del “destierro” de los Regimientos de Alcalá que, como se mencionó, numerosas familias quedaron atrás abruptamente. Un testigo de la escena, años después, describió cómo en los andenes muchos militares partían con lo puesto, despidiéndose apresuradamente de sus seres queridos. El impacto humano inmediato fue considerable, provocando amargura entre los afectados.


5. Consecuencias: consejo de guerra, escándalo político y preludio de la sublevación.

    La purga de oficiales que se negaron a marchar tuvo importantes consecuencias. Decenas de jefes y oficiales de ambos regimientos fueron detenidos y enviados a prisión militar. Inicialmente quedaron recluidos en la prisión de Guadalajara, para ser juzgados por Consejo de Guerra bajo cargos de insubordinación. En dicho consejo, celebrado semanas más tarde, el coronel Plácido Gete (del Villarrobledo) fue condenado a 12 años de cárcel y otros oficiales recibieron penas menores. Varios de los condenados fueron enviados a cumplir prisión a lugares alejados: algunos en el norte, en castillos de Navarra (Pamplona), y otros a la fortaleza de Palma de Mallorca.


Antiguo convento de Mercedarios y Cuartel de Caballería. consorcioalcaladehenares.org

    Los sucesos de Alcalá y sus secuelas saltaron al debate político nacional. El influyente diputado monárquico José Calvo Sotelo interpeló al gobierno en las Cortes el 16 de junio de 1936, denunciando el trato dado a los militares de Alcalá. Incluso el general Francisco Franco, por entonces Jefe del Estado Mayor Central, se sintió obligado a intervenir: el 23 de junio de 1936 Franco envió una carta personal a Casares Quiroga, advirtiéndole del “estado de inquietud” en el ánimo de la oficialidad por medidas como las de Alcalá. En esa misiva Franco citaba expresamente el caso de Alcalá de Henares, señalando “los antecedentes de provocaciones y agresiones por parte de elementos extremistas, concatenados con el cambio de guarniciones” como detonante de un “sentimiento de disgusto” peligrosamente extendido en el Ejército. Urgía al gobierno a frenar las afrentas al estamento militar y restablecer la disciplina, pues –según Franco– España caminaba hacia el abismo de la anarquía.

    

6. Impacto posterior y epílogo de los regimientos trasladados.

    Irónicamente, el reemplazo de las Unidades en Alcalá no impidió intentos de sublevación local cuando llegó el momento. El 20 de julio de 1936, ya iniciada la Guerra Civil, oficiales del Batallón de Zapadores n.º 7 y del Batallón Ciclista –las unidades que habían sustituido a la caballería– intentaron alzarse en Alcalá de Henares. No obstante, sus jefes (los mismos tenientes coroneles Monterde y Azcárate, leales a la República) lograron abortar la intentona, resultando en la fracasada sublevación de Alcalá que dejó detenidos e incluso ejecuciones de los cabecillas en semanas posteriores (como refleja la prensa de agosto de 1936). Alcalá de Henares permaneció así bajo control republicano.

Cuartel de Caballería de San Diego en Alcalá de Henares, plano de 1864. Wikipedia.

    En cuanto a los Regimientos de Caballería desplazados, ambos terminaron integrándose en las filas sublevadas del norte. Concluida la guerra en 1939 el Regimiento «Calatrava» volvió a Alcalá de Henares, aunque con otras denominaciones (como Regimiento B de Caballería, luego 2.º de Sables). El Regimiento «Villarrobledo» con reorganizaciones y traslados sucesivos, acabó fusionado o renombrado en los años 1940-50).

    En definitiva, el traslado fulminante de los regimientos Calatrava y Villarrobledo en mayo de 1936 fue un episodio sintomático de la ruptura entre el Gobierno del Frente Popular y buena parte del Ejército. Sus “motivos y detalles” –disturbios locales, presiones políticas, órdenes tajantes, desarraigo de militares y familias, resistencias y castigos– ilustran vivamente la convulsa antesala de la Guerra Civil. Como señalara un historiador, los hechos de Alcalá produjeron “un gran escándalo nacional” y alimentaron el malestar castrense que pocos meses después se traduciría en alzamiento.


Fuentes.

Académicas y oficiales.

  • «Revista de Historia Militar», n.º 137 (Ministerio de Defensa, 2025), art. de Juan Carlos Diz Monje, pp. 99: síntesis documentada de los incidentes de mediados de mayo de 1936 en Alcalá y de la orden de Casares Quiroga trasladando de urgencia «Villarrobledo» y «Calatrava», con sustitución por el Batallón Ciclista de Palencia y el Batallón de Zapadores n.º 7 de Salamanca. (Castellano)
  • «Historia y Política», n.º 41 (CEPC, 2019), dosier «La violencia política en la primavera de 1936»: incluye el trabajo de Joaquín Gil Honduvilla («Ejército y República hacia la España del Frente Popular»), con referencia expresa al enfrentamiento del 15 de mayo de 1936 en Alcalá. (CEPC, Recyt)
  • «La memoria de la represión de la guerra civil en Palencia» (Pablo García Colmenares), en «Investigaciones Históricas», Univ. de Valladolid / Dialnet (PDF). Aporta el dato del «destierro» del Regimiento «Villarrobledo» desde Alcalá a Palencia y su papel en julio de 1936.
  • «80 aniversario de la fracasada sublevación militar de 1936 en Alcalá de Henares» (Institución de Estudios Complutenses, 2016): nota institucional con detalles sobre las consecuencias disciplinarias (consejo de guerra a mandos) tras los incidentes. (IEECC)

Documentos y actas oficiales.

  • «Carta de Francisco Franco a Santiago Casares Quiroga», 23-VI-1936 (texto reproducido por la Universitat de València). El pasaje cita explícitamente «los incidentes de Alcalá de Henares…» como elemento de inquietud en el Ejército. (Universitat de València)
  • «Diario de Sesiones de las Cortes» (mayo-junio de 1936). Para contextualizar la reacción parlamentaria a los disturbios de primavera, ver intervenciones y debates sobre orden público (p. ej., 16-VI-1936). Transcripción universitaria útil para localización rápida. (Universitat de València)
  • «Diario Oficial del Ministerio de la Guerra / Defensa Nacional» (1936). Para rastrear órdenes de destinos, relevos y movimientos posteriores (índices onomásticos enlazan al original en la Biblioteca Virtual de Defensa). (Combatientes.es)
  • Institución de Estudios Complutenses ieecc.esieecc.es
  • https://salamancaenguerra.wordpress.com/2025/05/03/por-que-se-traslado-a-salamanca-el-regimiento-de-caballeria-calatrava

Hemerotecas.

  • «Biblioteca Virtual de Prensa Histórica» (Ministerio de Cultura) – cabecera «El Adelanto» (Salamanca). Consultar números de mayo de 1936 (llegada del «Calatrava» y ambiente local) y de julio-agosto de 1936. (Prensa Histórica)
  • «Hemeroteca Digital BNE» – cabeceras nacionales de Madrid (ABC, «La Libertad», «El Sol», «El Socialista») para crónicas de los incidentes de Alcalá y noticias de movimientos de tropas en mayo-junio de 1936. Ejemplo: ejemplares de «El Socialista» en junio de 1936. (Fundación Pablo Iglesias)

Estudios y repertorios complementarios

  • Dossier CEPC/FECYT del art. de Honduvilla (entrada de la plataforma RECYT con resumen y enlaces alternativos). (Recyt)
  • «Revista de Historia Militar», números monográficos y extras (índices y referencias cruzadas a DOMG/DO). Útil para seguir mandos y unidades implicadas. (Castellano)

martes, 2 de septiembre de 2025

¿Conocéis los corredores de Lobito y Tazara?

Son piezas clave en la geopolítica de África, y como no, centrados en el acceso a recursos minerales estratégicos.

Corredor de Lobito: Iniciativa liderada por Estados Unidos y la Unión Europea. Su objetivo es competir con la influencia china en la región y asegurar un suministro de minerales críticos como el cobre y el cobalto desde el sur de la República Democrática del Congo y Zambia hasta el puerto de Lobito en Angola.





Corredor de Tazara: Financiado por China en la década de 1970. Conecta Zambia y la República Democrática del Congo con el puerto de Dar es Salaam en Tanzania y también se utiliza para la extracción y transporte de minerales, aunque la información específica sobre los tipos de minerales que transporta no es tan detallada como la del Corredor de Lobito, como no podía ser de otra manera con China.

Las potencias mundiales buscan asegurar el control sobre los recursos minerales vitales para la transición energética y las tecnologías futuras, léase la IA.

martes, 26 de agosto de 2025

¿Te informas en redes sociales?: desinformación y radicalización».

Las redes sociales han cambiado la dieta informativa de millones de personas y, con ella, nuestra percepción de los hechos. ¿Qué dicen los datos y la investigación académica sobre cuatro ideas muy repetidas?

1) «Informarse en RR. SS. te radicaliza».

En un experimento con usuarios de Twitter/X, exponerles durante un mes a mensajes de la “parte contraria” les volvió más extremos, en lugar de moderarles. Es decir: ciertas dinámicas de interacción en redes pueden incrementar la polarización afectiva. (PNAS, PubMed).

En YouTube, una auditoría a gran escala observó trayectorias de usuarios desde contenido “más suave” hacia canales más extremos, lo que es compatible con caminos de radicalización en determinados ámbitos. (ACM Digital Library, dlab @ EPFL).











2) «Quienes se informan en RR. SS. son los que peor informados están».

Varios estudios muestran que las personas que dependen principalmente de las redes sociales para las noticias tienden a estar menos atentas a la actualidad y a contestar peor a preguntas que quienes usan otros canales (prensa digital, televisión, radio). Un análisis del Pew Research Center, con encuestas a más de 8.900 adultos en EE. UU., concluyó que este grupo es «menos conocedor» y además está más expuesto a afirmaciones no verificadas (por ejemplo, teorías conspirativas sobre la pandemia). (Pew Research Center).

Ese terreno abonado facilita que los bulos se difundan con ventaja: la noticia falsa (no verificada o desmentida) viaja más rápido, más lejos y más hondo que la verdadera, según el estudio clásico de Science con 126.000 cascadas de rumores. (Science).


3) «Las redes priorizan lo que publican tus amigos que piensan como tú».

Aquí confluyen dos fuerzas: homofilia (tendemos a conectar con afines) y algoritmos (optimizan lo que vemos para maximizar nuestra interacción). En Science, Bakshy, Messing y Adamic analizaron a 10,1 millones de usuarios de Facebook y encontraron homofilia ideológica en los grafos de amistad y reducción de contenidos “cruzados”; el algoritmo contribuye a ello, pero nuestros propios clics y elecciones pesan aún más. Resultado: menos exposición a puntos de vista disonantes y más refuerzo de lo que ya creemos. (isps.yale.edu).

Revisiones recientes confirman que hay segregación ideológica, con intensidad y forma que varían según plataforma y tema: no todo es política, pero cuando lo es, el sesgo de exposición aumenta. (PNAS).


4) «Hay que informarse en internet en medios contrastados».

No se trata de “huir de internet”, sino de elegir bien dentro de internet. La evidencia apunta a que seguir a medios profesionales mejora el conocimiento y la precisión: en un experimento de campo con usuarios de WhatsApp e Instagram en Francia y Alemania, invitar a los usuarios a seguir a medios periodísticos aumentó su conocimiento de actualidad y su capacidad para distinguir noticias verdaderas de falsas. (Nature).












Fuentes

  • Pew Research Center: «Americans Who Mainly Get Their News on Social Media Are Less Engaged, Less Knowledgeable». (Pew Research Center)

  • Vosoughi, Roy & Aral (2018), Science: «The spread of true and false news online». (Science)

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  • Ribeiro et al. (2020), FAT* ’20: «Auditing radicalization pathways on YouTube». (ACM Digital Library)

  • Allcott et al. (2020), AER: «The Welfare Effects of Social Media». (Experimento de desactivación de Facebook). (Stanford University)

  • Altay et al. (2025), Nature Human Behaviour: «Following news on social media boosts knowledge…». (Nature)

  • Instituto Reuters, Digital News Report 2025 (confianza y hábitos). (reutersinstitute.politics.ox.ac.uk)

  • IFCN (Poynter): Código de Principios (criterios de verificación). (ifcncodeofprinciples.poynter.org)

  • Comisión Europea: Código reforzado de Buenas Prácticas contra la Desinformación (marco UE). (Estrategia Digital Europea)


domingo, 29 de junio de 2025

El Desembarco de Alhucemas

Pronto se cumplirán 100 años de uno de los mayores éxitos de las Fuerzas Armadas españolas. «No fue un desastre, igual por eso no interesa tanto». El 8 de septiembre de 1925, las costas del Rif marroquí fueron escenario de una operación militar que cambiaría para siempre la doctrina bélica: el Desembarco de Alhucemas. 

Bajo el mando supremo del general Miguel Primo de Rivera, fue una ambiciosa operación anfibia conjunto-combinada donde participaron más de 18.000 efectivos, liderada por fuerzas españolas con el apoyo francés y que marcó el fin de la prolongada y sangrienta Guerra del Rif.

El objetivo operacional consistió en neutralizar las capacidades de combate de las fuerzas irregulares rifeñas lideradas por Abd el-Krim y restaurar el control efectivo sobre el protectorado bajo soberanía española. La acción supuso el colapso del dispositivo enemigo y facilitó la ocupación de los principales núcleos de resistencia, incluida la capital rebelde, Axdir, capturada el 2 de octubre de 1925.

El minucioso planeamiento y la impecable ejecución incorporaron elementos innovadores en doctrina de proyección anfibia: sincronización aeronaval, fuego naval de apoyo, empleo escalonado de fuerzas de desembarco y aseguramiento inmediato de cabeza de playa. Estas capacidades convirtieron Alhucemas en referencia doctrinal, siendo posteriormente estudiada por mandos aliados en la fase preparatoria de operaciones durante la Segunda Guerra Mundial, como el desembarco de Normandía.

El Desembarco de Alhucemas puede considerarse un hito fundador de la doctrina anfibia moderna y mantiene plena vigencia como caso de estudio de este tipo de operaciones.

Bahía de Alhucemas

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Tabla de contenidos

1. Contexto histórico.

2. Una Operación Militar Sin Precedentes.

3. Planeamiento del Desembarco.

4. Desarrollo de la Operación.

5. Innovaciones Militares Clave del Desembarco.

6. Lecciones Aprendidas y Mejoras Prácticas extraídas del Desembarco de Alhucemas. 

7. Cronología detallada de eventos.

8. Personajes clave.

9. Consecuencias y Legado.

10. Bibliografía.


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1. Contexto Histórico

La presencia de España en Marruecos se basó en el acuerdo hispano-francés de 1904, la Conferencia de Algeciras de 1906 y, finalmente, el convenio de protectorado con Francia firmado en Madrid el 27 de noviembre de 1912.

Los comandantes generales de Melilla, Ceuta y Larache veían en una operación anfibia en la bahía de Alhucemas, la única solución para controlar el territorio de la Cábila de Beni Urriaguel (origen de la familia Abdelkrim), debido a la dificultad del terreno para la maniobra terrestre, pero los políticos temían un fracaso, por lo que el plan de desembarco, aunque renovado anualmente, se archivaba en el Ministerio de la Guerra y en el Palacio Real.

Para entender la magnitud de Alhucemas, es vital recordar el punto de inflexión que lo precedió: el tristemente célebre Desastre de Annual en 1921. Esta catástrofe dejó a las fuerzas españolas en una posición precaria y minó el orgullo nacional. Tras años de estancamiento y una política de contención en África, la situación dio un giro inesperado. Abd el-Krim, el líder rifeño, envalentonado por sus éxitos, extendió sus ataques al protectorado francés derrotando a su Ejército. Este movimiento estratégico forzó a Francia y España a unirse en una acción combinada, culminando en la reunión entre el general español Miguel Primo de Rivera y el mariscal francés Pétain para planificar una ofensiva decisiva. La elección de Alhucemas no fue casual: esta bahía ofrecía un acceso directo al corazón de la rebelión rifeña, la localidad de Axdir.

1.1. Planes anfibios cancelados.

 
Abd el-Krim
 • Desembarcos Pactados con Nativos: Hubo tres intentos pactados para un desembarco no hostil: en 1911 (bajo el general Aguilera), 1913 (bajo el general Francisco Gómez Jordana, padre) y 1916 (también bajo Gómez Jordana como Alto Comisario), este último con un coste detallado de 432.000 pesetas.
    • Desembarcos «por acción decisiva»: En 1922, el gobierno de Antonio Maura aprobó una propuesta en la Conferencia de Pizarra, pero una crisis de gobierno impidió su ejecución. En agosto de 1922, el general Ricardo Burguete, nuevo Alto Comisario, presentó otro proyecto que el gobierno de José Sánchez Guerra rechazó. En 1923, Luis Silvela, primer Alto Comisario civil, propuso un desembarco liderado por el general Severiano Martínez Anido para aplastar el poder de Abdelkrim, pero el Estado Mayor Central del Ejército lo desestimó justo antes del golpe de estado de Primo de Rivera.

Inicio

2. Una Operación Militar Sin Precedentes.

El Desembarco de Alhucemas fue un asalto anfibio  conjunto-combinado de una escala y complejidad asombrosas para su época. El 8 de septiembre de 1925, una fuerza de desembarco de 13.000 soldados españoles, apoyados por una formidable flota naval y una considerable fuerza aérea (más de 100 aviones), se lanzó contra las playas de Ixdain y la Cebadilla. Aunque la operación enfrentó desafíos iniciales, como rocas y minas en las playas, además de gran resistencia enemiga, la coordinación y la determinación de las tropas permitieron establecer rápidamente una cabeza de playa. 



La infantería, desembarcando desde las "barcazas K" (algunas de las cuales habían sido usadas en Gallípoli), avanzó intenso fuego defensivo enemigo. En cuestión de días, las Unidades consolidaron la cabeza de playa, y para el 13 de octubre, Axdir había caído, marcando un golpe devastador para la rebelión rifeña. Las operaciones militares subsiguientes en la primavera de 1926 sellaron la derrota de Abd el-Krim y la pacificación completa del Protectorado español.

2.1. Fuerzas Implicadas.

Playa de la Cebadilla

Las fuerzas estaban compuestas principalmente por unidades del ejército, la armada y aviación española, Unidades indígenas y un elemento francés de menor entidad . Inicialmente, se planeó el desembarco de 18.000 hombres, 13.000 efectivos estaban sobre el terreno al final del primer día de la operación. El mando supremo de la operación recayó en el general Miguel Primo de Rivera, también jefe del Directorio Militar, con el general José Sanjurjo como jefe de la división de desembarco, esto implicaba el mando del componente terrestre en la operación.

Por parte rifeña, el ejército regular, junto con las harcas, sumaba entre seis mil y siete mil hombres, y algunas fuentes estiman 9.000 harkeños. Estaban organizados en tabores (batallones) y mias (compañías), y su armamento incluía armas individuales, fusiles ametralladores, ametralladoras y piezas de artillería  (se estima que 19 piezas de artillería  operaron contra las fuerzas de desembarco).


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3. Planeamiento del Desembarco. 

3.1. La Decisión de Primo de Rivera y el Planeamiento Definitivo (1924-1925). «Reevaluación de postura estratégica».

Paradójicamente, el general Miguel Primo de Rivera, inicialmente «abandonista» y partidario de un Arreglo político  con Abdelkrim y un repliegue de las posiciones españolas en 1924 (llegando a señalar el «desistimiento categórico de ir a Alhucemas»), fue quien finalmente ejecutó la operación.

La decisión de desembarcar en Alhucemas, tomada por Primo de Rivera a finales de febrero de 1925, fue fundamentalmente geoestratégica: controlar la bahía para evitar que Abdelkrim la ofreciera a potencias extranjeras como Alemania, Turquía o Francia, lo que supondría un peligro para las costas meridionales españolas. El éxito del desembarco en Alcázarseguer el 30 de marzo de 1925 sirvió como validación táctica, pero no fue la razón fundamental de la decisión de Alhucemas.



3.2. Diseño del Desembarco.

El concepto de la operación de desembarco fue diseñado por Francisco Gómez Jordana (hijo), quien había estado prestando servicio en el Protectorado desde 1912. Lo presentó al Consejo del Directorio el mismo día del desembarco de Alcázarseguer, el 30 de marzo de 1925.
La fecha propuesta fue la segunda quincena de junio o primera quincena de julio, coincidiendo con la época en que los cabileños se dedicaban a faenas agrícolas.
    • El objetivo principal era neutralizar capacidades y voluntad de vencer de la cábila de Beni Urriaguel.
    • Los medios de desembarco fueron Barcazas tipo «K», compradas al gobierno británico (algunas en Gibraltar, otras en Reino Unido y Holanda), que habían sido utilizadas por los aliados en Galípoli.
    • Zonas de Desembarco: Se plantearon dos zonas: la playa de Suani (centro de la bahía) o las calas resguardadas del viento de levante en la península de Morro Nuevo (oeste). Finalmente, se optó por las playas de Xdain y La Cebadilla, a 9 km al oeste de Punta Los Frailes en Morro Nuevo, a sugerencia francesa.
    • Fintas de Distracción: Inicialmente en Sididris (oriente) y Torres de Alcalá (que luego sería Wat Lau, en el río Lau).

3.3. La Dimensión Conjunta y Combinada

Primo de Rivera planeó el desembarco sin buscar apoyo francés. Sin embargo, tras los ataques de Abdelkrim a las líneas francesas el 12 de abril de 1925, el gobierno francés solicitó una acción combinada.
    • Conferencia de Madrid (17 de junio - 25 de julio): España, representada por Francisco Gómez Jordana (hijo) y Francia por el conde Pereti de la Roca, acordaron el desembarco español en Alhucemas y acciones de distracción. España se comprometió a usar 20.000 efectivos, tomando posiciones en la bahía.
    • Reuniones con Mariscal Pétain (29 de julio en Tetuán y 21 de agosto en Algeciras): Primo de Rivera se comprometió a llegar hasta Axdir (el cuartel general de Abdelkrim). Los franceses, con un proyecto muy estudiado, pidieron no desembarcar en Suani ni en el interior de la bahía por falta de secreto y temor a un minado defensivo de la zona, proponiendo la playa de La Cebadilla al oeste.



3. 4. Planeamiento Terrestres.

El general Sanjurjo fue nombrado jefe de la Fuerza de Desembarco. Participaron 18.441 efectivos de la Fuerza de Maniobra Terrestre, con dos brigadas: la Brigada de Ceuta (al mando de Leopoldo Saro) y la Brigada de Melilla (al mando de Emilio Fernández Pérez).
La infantería se componía de un 56% de tropas profesionales (Harkas, Banderas de la Legión, Tabores de Regulares) y un 43% de Unidades peninsulares de reemplazo.
El objetivo final, desvelado el 7 de septiembre (fecha inicial del desembarco, pospuesto al 8 por niebla), era crear una base de aproximadamente 11 km² en la península de Morro Nuevo.









3.5. Planeamiento Naval

Almirante Goyena
Primo de Rivera designó jefe del Componente Marítimo  al Almirante Eduardo Guerra Goyena  (jefe de las fuerzas navales del norte de África). Su jefe de Estado Mayor, fuen el Capitán de Fragata Carlos Boado Suances que estuvo al mando del componente marítimo en la primera oleada.
A pesar de sus planes iniciales para desembarcar en Suani y Morro Nuevo, los reconocimientos aéreos revelaron que estaban fuertemente fortificadas. Boado tomó la decisión de trasladar la zona de desembarco a las playas de Ixdain y la Cebadilla (al oeste de Punta Los Frailes) fue un acierto táctico decisivo, sorprendiendo a Abd el-Krim, cuyas defensas estaban concentradas en la bahía.

Otros puntos importantes del planeamiento naval a tener en cuenta:
    • Se movilizó la compañía Transmediterránea para el transporte de personal y medios, además de nueve gabarras de la aduana de Río Martín que sirvieron para formar puertos artificiales tipo «Mulberry».
    • El adiestramiento de la escuadra fue «muy relativo», ya que muchos barcos eran de reciente incorporación. Las lecciones aprendidas en la operación de Alcázarseguer sirvió como «ensayo general» para probar todos los elementos del desembarco, excepto la artillería naval. Se aprendió que el embarque debía hacerse en orden inverso al desembarco y que cada barco debía llevar munición y armamento completo para sus tropas, evitando la concentración de elementos esenciales.
    • Coordinación: Se confeccionaron códigos de señales visuales (banderas, tráfico de hidroaviones) y se realizó un intenso reconocimiento fotográfico. Hubo oficiales de enlace embarcados y en los estados mayores de tierra. Las comunicaciones eran precarias (telegrafía sin hilos, silencio radio riguroso).
    • Simulacros: La brigada de Ceuta simuló en Guazlao y la de Melilla en Sididris.



3.6. Planeamiento Aéreo

No existía una doctrina reglamentaria en España para operaciones anfibias. La aviación militar y naval española, junto a una unidad de aviación francesa, participaron, requiriendo un gran esfuerzo de coordinación.
Se apreciaba la influencia de la Primera Guerra Mundial, pero la aviación española ya tenía experiencia, habiendo efectuado el primer bombardeo en Tifaruín en 1913 y apoyo directo a fuerzas de tierra (CAS) en 1923.

Se planeó una acción preliminar de bombardeos intensos y continuados para destruir defensas y proteger el avance. La aviación se caracterizaba por su velocidad, movilidad y radio de acción, siendo apta para enlaces, reconocimientos y acciones ofensivas a grandes distancias. Su actuación debía ser continua.

3.6.1. Organización y Despliegue Aéreo.

El general de ingenieros Jorge Soriano Escudero, Director de la Aeronáutica Militar, mandaba la aviación desde el acorazado Alfonso XIII.
Las fuerzas aéreas se concentraron en aeródromos de Marruecos (162 aviones en total al 1 de septiembre). Se agruparon en tres escuadras.
    • Aeródromos Permanentes/Principales: Nador, Atalayón (Marchica) para hidroaviones.
    • Aeródromos Eventuales: Dar Kdani y Dar Dwus (este último un gran centro logístico para repostaje, reponer bombas y reparaciones).
    • Faluchos: Pequeños barcos en la bahía de Alhucemas que atendían a hidroaviones amerizados (pilotos heridos, remolque de aviones, suministro de bombas y combustible).

El buque Dédalo, que apoyaba a los hidroaviones, tuvo que alejarse de la costa por ser considerado una «bomba flotante» debido a su carga de bombas y gases.

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4. Desarrollo de la Operación.

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Tras varias demostraciones anfibias de engaño para preservar el factor sorpresa, el desembarco se ejecutó el 8 de septiembre de 1925 en las Zonas de Desembarco de Ixdain y la Cebadilla. La operación comenzó con fuegos navales de apoyo  y aviación. Se utilizaron barcazas tipo K, adquiridas en Gibraltar, las mismas que se habían empleado en el fallido desembarco de Gallípoli durante la Primera Guerra Mundial. Las tropas enfrentaron problemas tácticos como la presencia de rocas y minas en las playas. A pesar de esto, al final del primer día, se habían consolidado 13 000 efectivos en la cabeza de playa. La fase final de penetración terrestre se inició el 30 de septiembre y concluyó el 13 de octubre con la ocupación de Axdir, centro de gravedad insurgente. Las operaciones militares posteriores, durante la primavera de 1926, aseguraron la neutralización definitiva del dispositivo de Abd el-Krim y la pacificación completa del protectorado.

4.1. Maniobra terrestre.

4.1.1. Desembarco Inicial y Avance en la Cabeza de Playa.

La fuerza de asalto fue la brigada de Ceuta, del general Saro. En la playa de Ixdain, debido a la presencia de rocas, los efectivos tuvieron que desembarcar a unos 50 metros de la costa, mientras que en la zona de desembarco de La Cebadilla se detectó un campo de minas de playa (~40 artefactos) que fue detonado y balizado. 

General Sanjurjo jefe del componente terrestre
Bajo fuego directo y a pesar de las dificultades, los legionarios y harqueños se lanzaron al agua, avanzando con el agua hasta el pecho y los fusiles en alto para alcanzar la orilla y subir por la costa. Esta acción fue ordenada por el entonces coronel Francisco Franco, quien mandaba la vanguardia de la operación y dio la orden de ataque a pesar de los obstáculos, respaldado por la solidez de las tropas indígenas y legionarias. 

La sexta Bandera tomó las alturas que dominan la playa de La Cebadilla y Los Frailes. La harca ocupó el flanco derecho con un Tabor, mientras que la Mehal-la se estableció a la izquierda de las harcas en dirección a Morro Nuevo, y el Batallón «África» n.º 3 quedó como reserva táctica. La séptima Bandera avanzó sobre Los Frailes y el Morro Rocoso, neutralizando a sus defensores. 

La brigada de Melilla del general Fernández Pérez, desembarcó el 11 de septiembre en la playa de Los Frailes, reforzando el dispositivo terrestre.

El hospital de campaña quedó operativo  y comenzó a funcionar inmediatamente en la playa de La Cebadilla, llegando a operar a más de veinte bajas con lesión abdominal. Este hospital sufrió un ataque artillero enemigo el segundo día, causando 38 bajas (8 muertos).

4.1.2. Consolidación de la Cabeza de Playa y Primeras Dificultades.

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Una vez asegurada la cabeza de playa, se inició el desembarco el material logístico necesario para continuar la fase de explotación, aunque la climatología y la lentitud en la descarga de este material causaron un período de estancamiento de quince días, que se prolongó hasta el 24 de septiembre. 
Los rifeños sometieron la zona con fuego de artillería de acoso, ocasionando bajas sin lograr detener las tareas. El primer día de desembarco, concluyó con menos de un centenar de bajas propias. 
Los efectivos de intendencia, junto con los de artillería y sanidad, ayudaron en la evacuación inicial de las bajas, que eran clasificadas en la playa y evacuadas en botes de la escuadra a los buques-hospitales. 
Todo el proceso logístico de movimiento y transporte fue perfectamente planificado y ejecutado, garantizando la continuidad de la operación pese al hostigamiento enemigo. 

4.1.3. Avance y Ocupación del Territorio.

El 23 de septiembre, tras la llegada de reabastecimientos críticos y refuerzos, se dio la orden de continuar el avance. Las unidades avanzaron y establecieron el control de la línea Malmusi Alto-Malmusi Bajo-Morro Viejo-Palomas-Zararera. 

El 26 de septiembre, se aseguró la línea de alturas que domina la bahía de Alhucemas, negando al enemigo la observación directa y la capacidad de fuegos sobre la zona de desembarco. 
El 30 de septiembre, se inició la fase final de explotación terrestre destinada a consolidar la base de operaciones, ocupándose las alturas de Monte Palomas y Adrar Sedrum. 
Finalmente, el 2 de octubre, las fuerzas alcanzaron y tomaron Axdir, centro de gravedad insurgente  rifeño y cuartel general de Abd el-Krim, lo que se consideró el fin táctico de la operación de desembarco de Alhucemas. 

4.1.4. Composición y misiones de las Unidades Terrestres.

Las fuerzas terrestres se organizaron en dos brigadas principales: la brigada de Ceuta (al mando del general Leopoldo Saro Marín) y la brigada de Melilla (al mando del general Emilio Fernández Pérez). 
La vanguardia de la operación y la que llevará el esfuerzo principal, la primera columna de la brigada de Ceuta, estaba al mando del coronel Francisco Franco, con la Unidad de carros de asalto que no pudieron desembarcar inicialmente. Además las barcazas K quedaron varadas a 50 m de la playa, desembarcando las Unidades con el agua al cuello.
La segunda columna la mandaba el coronel Martín González y la tercera por el teniente coronel Campíns.
Dentro de la brigada Fernández Pérez (Melilla), la primera columna estaba al mando del coronel Goded, y la segunda, al mando del coronel Vera. 

El transporte terrestre se basaba en unidades a lomo, aunque en la primera fase del desembarco no se utilizaron animales, por lo que el traslado de material y bajas se realizó a brazo por soldados denominados «faeneros». 
Se utilizaron carros de combate ligeros por primera vez en un desembarco anfibio. Aunque no fueron muy útiles en el momento del desembarco debido a que las barcazas quedaron varadas, sirvieron como una base de fuegos importante y causaron gran impresión. A partir de la segunda noche, los carros consiguieron desembarcar y prestaron una eficaz ayuda a las columnas. 

4.1.5. La Situación en Cudia Tahar y su Impacto crucial en el plan del desembarco.

Posición de Cudia Tahar
Cudia Tahar fue un hito decisivo donde la resistencia de la guarnición española en esta posición, frustró el intento de Abd el-Krim de paralizar el Desembarco de Alhucemas, asegurando así el éxito de la operación principal.

Durante la fase de pre-embarque, la posición de Cudia Tahar, clave para la protección de Tetuán, fue objeto de un ataque masivo conducido por Mehamed, hermano de Abd el-Krim, el 3 de septiembre, solo cinco días antes del desembarco en Alhucemas. 

Abd el-Krim era consciente de la inminente operación de desembarco en Alhucemas. Lanzó un ataque masivo contra Cudia Tahar con la finalidad de distraer la atención de los altos mandos español y francés, amenazando Tetuán, capital del Protectorado español, y así forzar a España a desviar fuerzas del desembarco, lo que, según su plan, habría provocado el fracaso de la operación anfibia y un desastre similar al de Annual.

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La posición de Cudia Tahar estaba al mando del capitán José Gómez Zaracíbal y contaba principalmente con tropas peninsulares del Regimiento de Infantería «Infante» nº 5. 

Los rifeños, con una «harca» de 3.000 combatientes y nueve piezas de artillería Schneider de 75 mm capturadas a los franceses, lograron ascender el monte Gorgues mediante una infiltración nocturna sin ser detectados y batieron la posición durante días. A pesar de los continuos asaltos, la escasez de agua, víveres y munición (reaprovisionada mediante lanzamientos aéreos de emergencia  bajo gran riesgo), la guarnición mantuvo la posición heroicamente. 

A pesar de la crítica situación, se decidió mantener el esfuerzo principal en la Operación Anfibia de «Alhucemas» y, de forma simultánea, socorrer con fuerzas mínimas la posición avanzada de Cudia Tahar. La posición resistió múltiples ataques y fuego de artillería continúo hasta el 13 de septiembre. El General Primo de Rivera ordenó no distraer muchas fuerzas del desembarco principal y acudir en socorro inmediato de Cudia Tahar, y la II y III Banderas del Tercio y el 2º Tabor de Regulares de Melilla pertenecientes a la brigada de Melilla, desplegados frente a Alhucemas, efectuaron un redespliegue acelerado hacia Tetuán.

El 12 de septiembre, las columnas españolas lograron tomar Dar Halka y combatieron en Dar Gazi, donde la Legión tuvo una actuación destacada. El 13 de septiembre, la columna Balmes irrumpió en Cudia Tahar, salvando Tetuán e impidiendo que Mehamed abortara el desembarco de Alhucemas. Tras esta acción, las banderas de la Legión regresaron a Ceuta para embarcarse hacia Alhucemas y reincorporarse al eje principal de la operación.

La victoria fue tajante, el balance de la acción arrojó 26 bajas mortales y 52 heridos entre las fuerzas propias. La prensa española de la época destacó la «enorme fiereza y soberbia disciplina» de los atacantes y la «voluntad de vencer» de las unidades del ejército español que defendieron la posición. 

La resistencia y liberación exitosa de Cudia Tahar fueron decisivas para el desarrollo de la operación de Alhucemas, ya que permitieron mantener la iniciativa y el factor sorpresa en el nivel operacional. El fracaso de Abd el-Krim en tomar Tetuán y desviar el esfuerzo principal español, unido al éxito del desembarco, supuso un duro golpe moral y material para el líder rifeño. Los efectivos empleados en el socorro de Cudia Tahar se reintegraron al eje principal en la zona de operaciones de Alhucemas el 19 de septiembre de 1925, reforzando la continuidad de la maniobra terrestre. 




4.2. Acción Naval.

Portaaeronaves Dédalo
Su papel principal fue el fuego naval de apoyo, creando barreras de fuego que impedían el aprovisionamiento enemigo. La escuadra francesa (acorazado París, Estrasburgo) reforzó este apoyo sólo hasta el día 9 que se replegaron. Cada convoy navegaba con escolta cercana, y las fuerzas navales del norte de África protegían las zonas. La escuadra española se posicionó en el sector central, la francesa a levante (este) y las fuerzas navales del norte de África a poniente (oeste).

Las condiciones del mar (niebla) y la navegación rudimentaria (sin radar, con agujas magnéticas y en zonas con cartografía hidrográfica deficiente) presentaron riesgos importantes de varada y colisión.

Las unidades se embarcaron en las barcazas K con entre 290 y 295 efectivos (≈ medio batallón), por barcaza, completamente hacinados, con cargas de urgencia y su equipo individual. Las barcazas iban a remolque hasta el último momento.
El problema logístico de suministro de agua fue un desafío importante para la flota. Los pozos en la primera línea daban agua salobre, impidiendo el desembarco de mulos inicialmente. Los soldados tuvieron que transportar munición y alambre de espino a hombros. El primer caballo desembarcó cinco días después del desembarco, y los mulos a los 11 días. El rancho (ganado vivo) desembarcaba para ser sacrificado. Las tropas desembarcaron con el agua al pecho y los fusiles en alto casi a 50 m de la playa.

Acorazado Alfonso XIII


4.3. Misiones Asignadas a la Aviación.

Antes del desembarco la aviación realizó reconocimientos aéreos del terreno y posiciones enemigas de la zona de operaciones, para identificar posiciones de defensa costera, itinerarios de repliegue adversario y puntos idóneos de puesta a tierra de las primera oleadas. También realizó un bombardeo previo para neutralizar o destruir posiciones y fortificaciones enemigas.
Hidroavión Saboia

Durante el desembarco realizaron misiones de Observación (reconocimiento, exploración, corrección de tiro de artillería, enlaces) y combate (bombardeos diurnos/nocturnos, combate aéreo, acción contra tropas terrestres).
La aviación fue crucial para crear una cartografía común y cuadriculada de la costa de Alhucemas (15 km de profundidad), esencial para la coordinación y el control de fuegos, ya que las fuerzas no utilizaban la misma cartografía. Se asignaban coordenadas como "L2" o "R3" para referirse a objetivos.

La precariedad en las comunicaciones (radio poco desarrollada) llevó al uso de mensajes lastrados, bombas fumígenas y lienzos blancos (paneles) extendidos en el suelo como código de señales aire-tierra.
Con la marina, se usaban banderas del Código Internacional de Señales.

4.4. Algo que destacar: El Apoyo Sanitario Operativo.

El desembarco contó con un apoyo sanitario conjunto a nivel terrestre, naval y aéreo, con una organización que fue elogiada por su dedicación. Se establecieron normas detalladas para la evacuación escalonada y asistencia a heridos y enfermos, higiene y suministro de material sanitario.
Cada brigada estaba dotada con una ambulancia de campaña con 36 artolas y 50 mulos, una sección de 100 camillas, una sección de servicios higiénicos (desinfección, potabilización, sepultura) y un hospital de campaña reforzado. El hospital de la brigada de Ceuta fue mandado por el coronel Gómez Ulla.
El apoyo sanitario conjunto en el desembarco de Alhucemas fue calificado de sobresaliente y perfectamente sincronizado, aplicando lecciones extraídas de la Primera Guerra Mundial. Se implementaron cadenas de evacuación complejas por tierra (con mulas y porte a brazo), mar (con buques-hospital y barcazas ambulancia) y aire (con aeronaves sanitarias especializadas). Los oficiales médicos españoles fueron considerados pioneros en la coordinación logística y la atención de bajas en múltiples entornos. Figuras clave como el capitán médico César Merás y el coronel médico Mariano Gómez Ulla fueron especialmente reconocidos.

    • A nivel naval, se habilitaron tres buques de la compañía naviera Trasmediterránea ("Andalucía", "Villarreal" y "Barceló") como buques-hospital. Además, se emplearon aviones sanitarios Junker F-13 y Dornier para la aeroevacuación de heridos graves a hospitales de retaguardia. 
Buque hospital «Andalucía»

La Cruz Roja española, con el impulso destacado de la Reina Victoria Eugenia, también prestó apoyo sanitario en los buques hospital y en un hospital terrestre en Cala Bonita, utilizando incluso hidroaviones ambulancia. La evacuación de heridos se coordinó por tierra (mulas y transporte a brazo), mar (barcazas blindadas, embarcaciones a motor, buques hospital) y aire (aviones sanitarios), con destino a la Península, distribuyéndolos en hospitales militares y trenes hospital.

    • Apoyo Aerosanitario. Un aspecto importante del planeamiento fue el servicio de evacuación aeromédica de urgencia para el transporte aéreo de heridos. 
Hidroavión sanitario Junker

La Cruz Roja adquirió dos aviones Junkers F13 (capaces de operar desde tierra o mar). La Casa Real costeó la operación, y la aviación militar aportó el personal de vuelo y la infraestructura. En total, cinco aviones (dos de la Cruz Roja, tres de la Aeronáutica Militar) se dedicaron a la evacuación, con rutas desde Alhucemas a Melilla, Tetuán, Ceuta e incluso a la península. La Duquesa de la Victoria y monjas participaron activamente en la atención a los heridos.

    • Balance de bajas. El contingente español sufrió 361 fallecidos (205 indígenas, 103 europeos, 24 oficiales) y 1.975 heridos (1 080 indígenas, 786 europeos, 109 oficiales). 


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5. Innovaciones Militares Clave del Desembarco.

El Desembarco de Alhucemas no fue solo una victoria militar; fue un laboratorio de nuevas tácticas y tecnologías que sentaron precedentes históricos.

2.

3.

4


Innovación

Breve explicación

Observaciones históricas

1

Primer Desembarco Conjunto-Combinado exitoso: Los componentes de tierra-mar-aire, quedaron subordinados a un Mando Operativo Conjunto.

Por primera vez en el Ejército español los tres componentes actuaron subordinados a un Cuartel General conjunto-combinado.

Por primera vez en la historia, unidades de tierra, mar y aire de diferentes naciones (España y Francia) operaron de manera coordinada bajo un mando unificado, el del general Primo de Rivera.


Considerada el germen doctrinal de las operaciones combinadas españolas (Instrucción Provisional 1926). Este logro fue un aprendizaje directo del fracaso de Gallípoli en la Primera Guerra Mundial, donde la falta de un mando único había sido fatal.

2

Del sistema de “columnas” al frente de vanguardia amplio.

El plan abandonó la progresión escalonada de pequeñas unidades, para proyectar 13.000 efectivos en una única masa de maniobra, buscando velocidad y poder de choque antes de que el rifeño se atrincherara, en las primeras 48 h.


Supuso la ruptura definitiva con la táctica africana heredada de 1909-1921.

3

Primer asalto anfibio moderno del Ejército español.

Empleo sincrónico de artillería naval, aviación de cobertura y fuerzas de asalto en playa.

Precedente mediterráneo de la operación Torch (1942) según análisis británicos de 1939.


4

Empleo pionero de carros de combate en una operación anfibia.

Carros de combate ligeros Renault FT-17 desembarcaron aunque su movilidad táctica fue reducida, su impacto moral fue decisivo. Las dificultades de las playas rocosas impidieron su desembarco inicial.

Su presencia y uso posterior proporcionaron valiosas lecciones aprendidas y mejores prácticas en el apoyo táctico y la potencia de fuego para este tipo de operaciones.


5

Apoyo logístico flotante.

Pontones-depósito y buques-grúa fondeados a menos de 800 m de la costa garantizan munición y víveres continuos sin puerto. Se reconvirtieron gabarras aduaneras en módulos de Puerto Artificial tipo «Mulberry», conectados a la playa mediante rampas y lanchas motoras.


Se considera antecedente doctrinal de los Floating Logistics Bases que la US Navy empleó en el teatro del Pacífico 1943-45.





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Inteligencia y Reconocimiento Aéreo: Fotografía aérea diaria para corrección de tiro.

Aviones Breguet revelaban placas en el crucero Reina Regente; La artillería de campaña recibía los datos y efectuaba la regulación de fuegos en < 40 min, cerrando un ciclo de «targeting» inédito para la época.


Exhaustivo reconocimiento aéreo, que permitió la creación de mapas detallados y la recopilación de información vital sobre la orografía y las defensas enemigas. Esta inteligencia fue crucial para la planificación del asalto y la dirección de los fuegos de apoyo.






Se trató de uno de los primeros usos operativos de fotointerpretación en España.

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Adiestramiento anfibio previo intensivo.

Durante agosto de 1925 se ejecutaron ejercicios de embarque-desembarque en las playas de Melilla–Kert con los mismos lanchones tipo “K”.


Ensayos clave para reducir tiempos y perfeccionar la sincronización interarmas.



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Demostraciones anfibias de engaño aéreo-naval.

Simulacros de desembarco en Uad Lau y Sidi Dris, cubiertos por pantallas de humo, fijaron a parte de las fuerzas de Abd el-Krim.

Primer empleo español sistemático de «maskirovka litoral» (conjunto de medidas de engaño ejecutadas para confundir al adversario sobre la localización, momento y potencia de un asalto anfibio.).


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Selección flexible de las zonas de desembarco.

El reconocimiento aéreo detectó fortificaciones en la playa inicial. La fuerza se redirigió a Ixdain y La Cebadilla, menos defendidas y flanqueadas por alturas interiores.


Demostró la utilidad de la inteligencia táctica y la adaptabilidad operacional dentro del proceso de planeamiento dinámico.


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Apoyo Sanitario Conjunto.

Se implementaron cadenas de evacuación complejas por tierra (con mulas y porte a brazo), mar (con buques-hospital y barcazas ambulancia) y aire (con aeronaves sanitarias especializadas).

Los oficiales médicos españoles fueron considerados pioneros en la coordinación logística y la atención de bajas en múltiples entornos.


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Empleo pionero de un porta-hidroaviones en apoyo directo al asalto anfibio.

El Dédalo I operó 20 hidroaviones y 2 aerostatos cautivos para reconocimiento y bombardeo costero: primer empleo español de aviación embarcada en una operación anfibia, asegurando cobertura aérea orgánica y extendiendo el radio de reconocimiento más allá de las capacidades costeras.

Anticipo de los «Escort­ Carriers» aliados en 1942‑45 (buque aeronaval de desplazamiento medio-bajo (8 000-15 000 t), velocidad reducida (15-20 kn) y cubierta corrida. Proporcionaron ala aérea táctica propia a la fuerza de desembarco.




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6. Lecciones Aprendidas y Mejoras Prácticas extraídas del Desembarco de Alhucemas. 

· LAMP n.º 1. Dificultad de desembarco de vehículos: Los carros de combate (Renault) tardaron tres o cuatro días en ser desembarcados, requiriendo el uso de muelle flotante tipo “Mulberry” con gabarras aduaneras. Necesidad de capacidad orgánica de descarga «Ro-rRo» (Sistema de movimiento y transporte en el que vehículos con tracción propia embarcan o desembarcan rodando sobre rampas, sin empleo de grúas (lift-on/lift-off – LO-LO). Necesidad de un plan de ingeniería de playa específico para medios pesados. 
· LAMP n.º 2. La No Doctrina: A pesar del éxito, el desembarco no generó una doctrina reglamentaria de operaciones anfibias para el ejército español, y las enseñanzas quedaron dispersas en memorias de unidad y no se aplicaron internamente de forma sistemática. Por ello, la FAS carecieron durante décadas de una doctrina reglamentaria anfibia sistematizada y de un programa de instrucción homogéneo.
 
· LAMP n.º 3. La importancia del Mando Operativo Conjunto–Combinado y la planificación detallada: El desembarco de Alhucemas fue la primera vez en la historia en la que las fuerzas de apoyo aéreo, navales y terrestres actuaron bajo un mando unificado, el del general Primo de Rivera. La operación fue precedida por una cuidadosa planificación y coordinación entre los componentes de la operación, analizando incluso los motivos del fracaso de Galípoli. La existencia de un cuartel general único fue clave; Gallípoli había fracasado precisamente por carencia de mando unificado.

· LAMP n.º 4. La importancia del planeamiento y ejecución logístico: Aunque hubo una preparación logística significativa, la operación enfrentó grandes problemas de abastecimiento, especialmente de agua, lo que obligó a los soldados a transportar material a hombros, y retrasó la progresión de las operaciones. La escasez de animales de transporte por la demora en desembarcar mulas, obligó a portear a brazo, esto resaltó la prioridad de los medios de movilidad terrestre inmediatamente tras la consolidación de la cabeza de playa para sostener el ritmo de maniobra. La operación puso de manifiesto la necesidad de un nodo de logística flotante propio: La necesidad de un puerto improvisado con gabarras y rampas: prueba de que todo plan anfibio necesita su propia «Sea‑Base» (Conjunto de plataformas navales y logísticas; buques, pontones, buques-hospital, buques RO-RO, depósitos flotantes, capaces de proyectar, sostener y recuperar fuerzas en tierra sin recurrir a instalaciones portuarias en el área de operaciones.).

· LAMP n.º 5. Necesidad de un estudio hidrográfico y de obstáculos previo y detallado de la zona de desembarco. El no hacerlo causó que las barcazas quedaran varadas lejos de la orilla, obligando a los soldados a desembarcar con el agua al cuello. Además el campo de minas de playa detectado in situ en La Cebadilla (≈ 43 artefactos) subrayó la necesidad de equipos de reconocimiento y despeje de obstáculos (ingenieros de playa) antes del desembarco.

· LAMP n.º 6. El Papel crucial del los fuegos de apoyo naval y aéreo: El bombardeo naval y aéreo intenso preparatorio y durante el desembarco fue fundamental para debilitar las defensas rifeñas. La aviación española ya tenía experiencia en bombardeos y apoyo directo a las fuerzas terrestres. Se emplearon globos cautivos y dirigibles para la observación de artillería y vigilancia del campo de batalla, aportando persistencia de observación y corrección en tiempo casi real a las baterías navales y de campaña.

· LAMP n.º 7. Importancia del engaño operativo. Tácticas de Engaño y Sorpresa Estratégica: Se realizaron maniobras de distracción y demostraciones simuladas en otros puntos de la costa (como Wat Lau y Sidi Dris) para desorientar al enemigo y mantener el factor sorprosa. La elección final de las playas de Ixdain y La Cebadilla, a poniente de Morro Nuevo, sorprendió a Abd el-Krim, cuyas defensas estaban concentradas en el centro de la bahía. Las demostraciones en Uad Lau y Sidi Dris fijaron reservas rifeñas; primera aplicación española sistemática de «maskirovka litoral».

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7. Cronología detallada de eventos.

7.1. Período pre-1909: Primeras presencias españolas y resistencia nativa.

  • 1497: Melilla es ocupada e incorporada a la Corona española.
  • 1668: Ceuta se incorpora definitivamente a España (Tratado de Lisboa), tras optar en 1640 por permanecer bajo la Monarquía Hispánica.
  • 1859-1860: Guerra de África (gobierno de O’Donnell): Castillejos, Tetuán y Wad-Ras.
  • 1893 (octubre): Ataque rifeño a las obras de un fuerte cerca de Melilla. Guerra de Margallo (Primera Guerra de Melilla).
  • 1904: Acuerdos franco-españoles que fijan esferas de influencia en Marruecos.
  • 1906: Conferencia Internacional de Algeciras.

7.2. 1909-1912: Inicio de la fase de pacificación y establecimiento del Protectorado.

  • 1909: Segunda campaña de Melilla; impacto en la opinión pública (Semana Trágica). El Barranco del Lobo revela el peso de la cábila Beni Urriaguel en las harcas.
  • 1911 (mayo): Campaña del Kert.
  • 1911 (junio): Creación de las Fuerzas Regulares Indígenas.
  • 1911 (octubre): Primer proyecto de desembarco en Alhucemas (Agustín Luque y José García Aldave), con contactos con facciones de Beni Urriaguel (incluido el padre de Abd el-Krim). Suspendido por riesgo político y tratados; filtrado por la prensa.
  • 27-XI-1912: Tratado de Madrid: establecimiento formal del Protectorado franco-español.


7.3. 1913-1922: Continuación de la pacificación.

  • 1913 (febrero): Establecimiento de la administración española en Tetuán.
  • 1913 (junio): Plan de desembarco (Francisco Gómez Jordana): Espalmadero y Sfiha. Suspendido por la harca de El Raisuni en Yebala.
  • 1916 (junio): Nuevo intento (Suani, Espalmadero y/o Sfiha) con alianzas en Beni Urriaguel, Tensamán y Bocoya.
  • 1920 (enero): Creación del Tercio de Extranjeros (La Legión).
  • 1921 (marzo): Campaña de Melilla; avance de Fernández Silvestre.
  • 22-VII-1921: Abandono de Annual.
  • 9-VIII-1921: Rendición de Monte Arruit.
  • 1922 (mayo-junio): Gobierno de Antonio Maura sondea el desembarco (Suani, Sfiha, Espalmadero); la crisis política lo frustra.
  • 1922: Reunión de Pizarra (Málaga), último intento de un gobierno constitucional de planificar Alhucemas.

7.4. 1923-1924: Intentos políticos y golpe de Estado.

  • 1923 (julio): Propuesta de Santiago Alba; Luis Silvela sugiere a Severiano Martínez Anido para Melilla; el EMC lo desestima por falta de medios.
  • 13-IX-1923: Golpe de Estado de Miguel Primo de Rivera.
  • 1923-1924: Búsqueda de paz con Abd el-Krim (autonomía limitada) y con El Raisuni en Yebala; sin concesión de independencia.
  • mayo 1924: Repliegue a la línea del Kert (este) y Estella (oeste).

7.5. 1925: El Desembarco de Alhucemas.

  • 29-III: Real Decreto de crédito extraordinario para barcazas tipo K.
  • 1-V: Ponencia del general Gómez Jordana (hijo) remitida al Gobierno y a los mandos.
  • 25-V: Concentración de la flota en Algeciras.
  • junio: Abd el-Krim rechaza toda paz sin independencia del Rif.
  • junio-julio: Conferencia de Madrid: se ratifica el desembarco en la bahía de Alhucemas.
  • finales de julio: Cruz Roja prepara servicio sanitario aéreo (dos Junkers F-13; financiación de la Casa Real; personal e infraestructura de la Aeronáutica Militar).
  • 3-IX: Ataque rifeño a Cudia Tahar (12 km de Tetuán); la posición resiste.
  • 6-IX: Demostraciones en Uad Lau y Sidi Dris para engaño operativo.
  • 7-IX (aplazado por niebla) / 8-IX: Comienza el desembarco de Alhucemas.
  • 17-18 IX: Desembarcan las últimas unidades de la oleada principal.

7.6. Post-1925: Finalización de la pacificación.

  • mayo 1926: Ofensiva hispano-francesa; Abd el-Krim se rinde a Francia.
  • 9-VII-1927: Fin oficial de las campañas de África; Protectorado pacificado.
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8. Personajes clave. 

Militares españoles personajes políticos:

  • Alfonso XIII: Rey de España. Muy vinculado y cercano al ejército. Se le comunica el plan de repliegue de Primo de Rivera en 1924 y aprueba el desembarco de Alhucemas.
  • Miguel Primo de Rivera: General y dictador de España (desde 1923). Alto Comisario y Comandante General de todas las fuerzas españolas en Marruecos durante la operación de Alhucemas. Impulsó el repliegue de líneas en 1924 y el desembarco de Alhucemas. Intentó negociar la paz con Abdelkrim antes del desembarco.
  • General Agustín Luque: Militar español, involucrado en el primer proyecto de desembarco de Alhucemas en octubre de 1911.
  • Coronel José García Aldave: Implicado en el primer proyecto de desembarco de Alhucemas en octubre de 1911.
José Canalejas
  • José Canalejas: Presidente del Consejo de Ministros durante el primer proyecto de desembarco en 1911. Aprobó el proyecto.
  • General Francisco Gómez Jordana (padre): Presentó el primer plan de desembarco de Alhucemas.
  • General Francisco Gómez Jordana (hijo): General que elabora la directiva para el planeamiento del desembarco de Alhucemas en 1925. Fue jefe de Estado Mayor de su padre.
  • Conde de Romanones: Presidente del Consejo de Ministros en 1913 y 1916. Aprobó el proyecto de desembarco de 1913, pero lo suspendió.
General Dámaso Berenguer
  • General Dámaso Berenguer: General a cargo de la zona occidental.
  • Manuel Fernández Silvestre: Comandante general de Melilla. Su avance en 1921 llevó a los hechos "lacerantes de Annual". Murió durante el desastre.
  • Antonio Maura: Ministro de Guerra. Su gobierno sondeó la operación de desembarco en 1922, pero una crisis de gobierno impidió su ejecución.
  • Manuel García Prieto: Presidente del Consejo de Ministros en 1923, durante el último gobierno de la Restauración.
  • Santiago Alba: Ministro de Estado en 1923. Propuso el último desembarco antes de la dictadura, para un protectorado netamente civil.
  • Luis Silvela: Propuso el nombramiento de Severiano Martínez Anido para dirigir un proyecto de desembarco en Alhucemas en 1923.
  • General Severiano Martínez Anido: Propuesto como comandante general de Melilla en 1923 para dirigir un proyecto de desembarco, pero su plan fue desestimado por inviabilidad.
  • General Alberto Castro Girona: Delegado español en las negociaciones de paz con Abdelkrim, donde España insistió en no conceder la independencia del Rif.
General Saro
  • General Saro: General al mando de la brigada de Ceuta en el desembarco de Alhucemas. Miembro del "cuadrilátero" que preparó el golpe de estado de Primo de Rivera.
  • Coronel Francisco Franco: Manda el primer escalón de la brigada de Ceuta (Legión y Regulares) bajo el General Saro.
  • Coronel Martín: Manda el segundo escalón de la brigada de Ceuta.
  • Coronel Campins: Manda el tercer escalón de la brigada de Ceuta, actuando como reserva.
  • General Fernández Pérez: General al mando de la brigada de Melilla en el desembarco de Alhucemas.
  • Coronel Manuel Godet: Coronel de Estado Mayor que manda la columna de vanguardia (esfuerzo principal) de la brigada de Melilla.
  • Coronel Vera del Rey: Manda la columna de la brigada de Melilla que disponía de legionarios, regulares e infantes de Marina.
  • General Souza: Jefe del sector español de Ceuta y Tetuán. Recibe órdenes de Primo de Rivera para resolver la situación en Kudia Tahar con las pocas fuerzas disponibles.
  • Almirante Olimpio y Morgado: Almirante de la escuadra que Primo de Rivera dejó al margen en el planeamiento del desembarco.
  • Almirante Guerra Guayena: Almirante jefe de las fuerzas navales del norte de África. Encargado del gran planeamiento naval de la operación.
  • Capitán de Fragata Carlos Boado Suances: Jefe de Estado Mayor del Almirante Guerra Guayena. Diseñó el planeamiento naval. Es conocido por haber descubierto el campo de minas en la playa de la Cebadilla durante el desembarco.

Líderes y Grupos Marroquíes:

Abdelkrim el Khattabi
  • Abdelkrim el Khattabi (Abdelkrim): Líder rifeño, de la cabila de Beni Urriaguel. Funda el estado del Rif. Resistencia clave contra España y Francia. Utilizó armamento químico e hizo uso de prisioneros como escudos humanos. Finalmente se rinde a Francia.
  • Abdelkrim (padre): Mencionada su alianza con Agustín Luque en 1911.
  • Ahmed el Raisuni (El Raisuni): Otro jerife del Protectorado, activo en la Yebala (zona occidental). Primo de Rivera intentó llegar a un acuerdo de paz con él. Lideró una harca que se levantó en 1913.
Ahmed el Raisuni

Otros Personajes:

  • Duquesa de la Victoria: Figura de la Casa Real que costeó los gastos de la operación aeromédica de la Cruz Roja. Aparece en fotografías con monjas atendiendo a heridos.
  • Mariscal Philippe Pétain: Asume las riendas del Protectorado francés.

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9. Consecuencias y Legado.

El Desembarco de Alhucemas culminó una costosa guerra para España en el norte de África y, al mismo tiempo, sentó las bases doctrinales para entender cómo se planean y conducen las operaciones anfibias de carácter conjunto y combinado en la era contemporánea.
Porta aeronaves Dédalo
Las consecuencias inmediatas fueron operacionales y político-estratégicas. En lo militar, Alhucemas demostró que la integración efectiva de los componentes terrestre, marítimo y aéreo bajo un mando operativo conjunto, puede alterar el curso de un conflicto irregular en un área de operaciones de orografía y litoral adversos. La cooperación con Francia —reparto de funciones, fuegos navales y acción aérea coordinada— ofreció un modelo de empleo combinado entre aliados. En lo político-institucional, el éxito devolvió a la sociedad española una autoestima maltrecha tras Annual y reforzó la imagen del Directorio.

El legado doctrinal de Alhucemas es más profundo de lo que su limitada memoria colectiva sugiere: en el ámbito europeo posterior a la Primera Guerra Mundial (1914–1918), constituyó la primera ejecución exitosa de una operación anfibia Conjunta/Combinada, bajo un mando operativo común e integración efectiva de los componentes terrestres, marítimos y aéreos, con un plan de operaciones común. 
En el ámbito internacional, Alhucemas circuló como caso de estudio entre agregados y centros docentes militares. Fue interpretado como demostración de que una operación anfibia —desprestigiadas tras el fracaso de Gallípoli— podía imponerse si garantizaba un mando conjunto, inteligencia eficaz y un sostenimiento logístico adecuado. ¿Influyó directamente en Normandía? La historiografía especializada coincide en que fue objeto de estudio, pero su influencia directa en 1944 es debatida.
Posición de Kudia Tahar

¿Por qué, entonces, Alhucemas ocupa un lugar modesto en la memoria pública? Probablemente porque llegó después de un desastre traumático (Annual), porque su éxito fue instrumentalizado por un régimen con escaso crédito retrospectivo y porque la cultura popular presta más atención a las derrotas emblemáticas que a las victorias técnicas. Pero en la memoria profesional  Alhucemas pervive como banco de pruebas doctrinal.
En definitiva, Alhucemas es un recordatorio de que la innovación, el mando unificado y la sincronización interarmas pueden cambiar un teatro de operaciones incluso en condiciones adversas. Su legado no se agota en la línea de costa de 1925: pervive en cada planificación que integra meteorología y mareas, en cada mapa cuadriculado que traduce objetivos a coordenadas de fuego, en cada cadena sanitaria que mueve heridos por aire y mar, y en cada comandante que entiende que la sorpresa y la logística son multiplicadores de combate. Ese es, todavía hoy, el eco más útil de sus playas.




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El Escándalo del «Hotel de Rusia» (31 de enero de 1895). Cuando un brigadier (general de brigada) en la reserva abofeteó al embajador del su...