En 1820 el destino de España se decidía más en las logias secretas que en las Cortes (después también...🤫).
Un nuevo Episodio Nacional de Galdós. Muy interesante. No está claro que Galdós perteneciera a la masonería, pero estaba muy relacionado con ellos, se nota en la novela. Los ridiculiza muy sutilmente, pero no se si porque los veía demasiado flojos y el tiraba más por los «Comuneros» exaltados, que tenían uno de sus nidos en la «Fontana de Oro».
Se estudia la influencia de la Iglesia, de los militares, de todos, menos de la masonería y fueron el grupo que en la oscuridad más influyó en el s. XIX e inicios del XX en la sociedad española.
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El Grande Oriente sitúa la acción en el agitado periodo del Trienio Liberal (1820-1823), que comienza con el triunfo del pronunciamiento del General Riego que fuerza a Fernando VII a jurar la Constitución de Cádiz de 1812.
La novela retoma la figura del protagonista de la Segunda Serie, Gabriel de Araceli, que ahora se ve envuelto en el bullicio político de Madrid, dominado por el fervor constitucionalista y la inminente amenaza de la reacción absolutista. La trama se centra en las divisiones internas del liberalismo entre los más cautos o moderados (a menudo identificados con la masonería) y los más impetuosos o exaltados (vinculados a la sociedad de los comuneros). Galdós utiliza las intrigas de la vida social y política para ilustrar cómo las sociedades secretas y patrióticas se convierten en los verdaderos centros de decisión y poder del momento. Es una novela sobre la fragilidad de la libertad y el peso de las fuerzas ocultas en la política.
Parece ser que Galdós no perteneció a la masonería, pero tuvo mucha relación con ellos. Este conocimiento directo y de primera mano de los ritos, estructuras y el lenguaje masónico le permitió a Galdós tratar la institución con una precisión y ambivalencia que distingue su obra. No escribe desde el desconocimiento.
Contenido Masónico en la novela.
En el Trienio Liberal, la masonería es el armazón ideológico y organizativo que permitió el triunfo de la revolución de 1820.
En El Grande Oriente, la masonería no es una sociedad puramente filosófica, sino el núcleo dirigente del poder liberal moderado. Galdós expone cómo los puestos clave en el gobierno, el ejército y la Milicia Nacional estaban ocupados por "Hermanos". La lealtad masónica, basada en el secreto y el juramento, garantizaba una cadena de mando paralela a la oficial.La novela refleja la grave fractura que marcó el Trienio: Masones (Moderados o 'Doceañistas'): Buscan una aplicación de la Constitución más conciliadora, temerosos de la radicalización y respetando el marco monárquico. Comuneros (Exaltados o 'Veinteañistas'): De carácter más popular y radical, critican la lentitud de los masones y exigen un recorte drástico del poder real. El Grande Oriente capta la tensión y la lucha intestina entre estas dos facciones liberales.
Galdós utiliza la jerga masónica (el «Taller», el «Grande Oriente», los «Trabajos», «levantar columnas», «el Oriente», «los Hermanos») para crear una atmósfera de clandestinidad solemne que contrasta con la frivolidad o ambición de algunos de sus miembros. La ironía surge del contraste entre el noble ideal de la Fraternidad Universal y la mezquindad de las facciones políticas españolas.
«Era un lenguaje cifrado, mezcla de solemnidad y trapacería, indispensable para que los Hermanos se entendieran.» (Refleja la visión ambigua de Galdós).
El narrador, Gabriel de Araceli, actúa como observador privilegiado. Su experiencia en los entresijos de la sociedad secreta le permite a Galdós penetrar en el mecanismo de la conspiración, que es la forma dominante de la política en este periodo. La focalización interna de Gabriel es más de aventurero y patriota que de ideólogo, lo que humaniza la política y la hace más accesible al lector.
La Influencia de la masonería.
Una parte crucial del libro donde se expone la influencia de la masonería en un episodio político importante del Trienio Liberal es su papel en el control de las instituciones de orden público y la Milicia Nacional.
La novela detalla cómo las logias, mediante sus afiliados en la administración y el ejército, coordinaron la respuesta del gobierno liberal ante los primeros conatos de sublevación absolutista y las intrigas de la Corte para anular la Constitución.Galdós muestra que la Milicia Nacional (la fuerza armada ciudadana, base del Trienio) estaba ideológicamente vertebrada por la masonería y los comuneros. La logia servía para movilizar a los batallones en defensa del régimen ante las amenazas. El juramento masónico se convierte en un juramento de lealtad, garantizando la acción rápida y coordinada.
Las reuniones en el "Taller" son decisivas para aplicar la ley y la represión contra los 'serviles'. Se planean destituciones de funcionarios y nombramientos de figuras leales. Este mecanismo es un ejemplo de doble poder: la oficialidad del gobierno y la efectividad oculta de la logia para asegurar el control del Estado.
«Si no fuera por el Grande Oriente, ni el Ministerio ni las Cortes podrían gobernar un solo día.» (Expone la función de soporte estructural de la masonería).
El Grande Oriente es una pieza esencial en la Segunda Serie porque desmitifica el proceso revolucionario de 1820. Galdós no celebra acríticamente la libertad, sino que examina los mecanismos y las miserias que hicieron posible y, a la vez, tan frágil, el Trienio. Critica su tendencia al elitismo y al secretismo que la aisló del pueblo llano, facilitando su colapso final. La novela capta la atmósfera tensa y febril de España. Su valor reside en la precisión con que Galdós documenta la sociedad de la conspiración como motor histórico.
Citas Breves Justificadas
«Nos reunimos para salvar la patria a espaldas de la patria misma.» (Ironía sobre el secretismo).
«El Templo es la cuna donde se cría la Constitución del Doce.» (Defensa del papel fundacional de la Logia).
En el Trienio Liberal (1820-1823), la Logia no era solo un club, sino el esqueleto organizativo que sostuvo el gobierno. Galdós analiza la paradoja liberal de tener que recurrir a la sociedad secreta (la Logia) para defender la Constitución y la transparencia pública. La división interna (Masones moderados vs. Comuneros exaltados) expuesta en el libro es una causa clave de la debilidad intrínseca del Trienio. La obra enseña cómo la novela realista puede utilizar el detalle de los ritos y las intrigas para ilustrar la crudeza y complejidad de la lucha por el poder.
| Gobierno provisional de 1869 Desde izquierda: Laureano Figuerola, Manuel Ruiz Zorrilla, Práxedes Mateo Sagasta, Juan Prim, Francisco Serrano y Domínguez, Juan Bautista Topete, Adelardo López de Ayala, Juan Álvarez Lorenzana y Antonio Romero Ortiz (En negrita los masones). |