viernes, 17 de julio de 2015

Jornadas del Ejército de Tierra para Corresponsales de Guerra

Trabajo del Curso de Experto universitario en Comunicación Pública y Defensa (asignatura Periodismo e Información de Guerra)



Jornadas del Ejército de Tierra para Corresponsales de Guerra
Work days of Army for War Correspondents


Sergio Camero Villar
01 de junio de 2015


Puedes colaborar con este trabajo en wikipedia: 
https://es.wikipedia.org/wiki/Jornadas_del_Ej%C3%A9rcito_de_Tierra_para_Corresponsales_de_Guerra


Resumen: La Escuela de Guerra junto con el Departamento de Comunicación del Ejército de Tierra, organizan anualmente unas Jornadas de Corresponsales de Guerra con la finalidad de dar a los periodistas unas nociones básicas sobre los diferentes aspectos que se consideran necesarios para el desarrollo del trabajo como corresponsal de guerra, proporcionándoles conocimientos y habilidades que les permiten desarrollar su trabajo con la mayor seguridad posible en zona de conflicto.



Abstract: The War College with the Communication Department of the Army organize every year Work Days of the Army for War Correspondents in order to give journalist  a basic training about different aspects that they  are considered necessary for their work  as a war correspondent. Knowledge and skills are provided them  to develop their work with security measures in conflict zone.


  

Palabras clave: Corresponsal de Guerra, Jornadas Corresponsales de Guerra,

Keywords: War Correspondents, Work days war correspondents



PREFACIO


Cada año decenas de reporteros siguen falleciendo en el ejercicio de su profesión. Setenta periodistas murieron sólo en la primera mitad de 2012. En la última década la cifra oscila entre los 138 reporteros  asesinados en todo 2005 y los "sólo" 63 del año 2000, según el Intemational News Safety Institute (INSI). Pese a que los casos más conocidos corresponden a corresponsales de guerra, en rea1idad el mayor número de víctimas se da en el periodismo local, entre profesionales que cubren asuntos como la corrupción política o el tráfico de drogas.

¿Reportero de guerra? Hay un curso para ti. . Globograma. Periodismo Internacional.  



Los factores endógenos[1], son aquellos sobre los que puede actuar directamente el periodista o el medio para el que trabaja, para incluso llegar a mejorar las condiciones de seguridad durante el desarrollo de su trabajo como corresponsal de guerra. Pueden ser considerados más importantes aun que los factores exógenos.
Se pueden enumerar varios, por ejemplo: problemas técnicos, poco entendimiento entre el corresponsal y sus editores/redactores en la redacción (conocidos como la retaguardia del corresponsal), escaso conocimiento del funcionamiento de los aparatos de censura de los bandos en conflicto u otros muchos.
Para mejorar el control sobre esos factores endógenos y exógenos y disminuir el déficit que el periodismo actual presenta en referencia con el periodismo de guerra, existen iniciativas interesantes como las Jornadas de Corresponsales de Guerra que organiza la Escuela de Guerra junto con el Departamento de Comunicación del Ejército de Tierra, sobre las cuales se centra este trabajo.



[1] Periodismo de guerra.- Alejandro Pizarroso, Marta González y Pablo Sapag. Editorial Síntesis.




INDICE





1.   Introducción

 Investigue con cuidado su cobertura o fuente. Conozca el terreno, historia, protagonistas, dinámica y tendencias desde diversos puntos de vistas. Sea diestro en la cultura, las rutinas y los idiomas de cualquier grupo que está cubriendo.
Los conocimientos lingüísticos son muy útiles, especialmente si se conocen términos básicos y frases.
Desarrolle una lista de fuentes noticiosas potenciales a través de una variedad de perspectivas. Elabore los planes de contingencia detallados en caso de emergencias, identificando las rutas de la salida y los contactos confiables que mantendrá actualizados sobre su localización, los planes y los detalles del trabajo.
Otros pasos preparatorios valiosos incluyen la obtención de seguro médico apropiado así como la vacunación, entendiendo información y la seguridad de las comunicaciones y el recibimiento del entrenamiento y el equipo apropiado para el conflicto
Manual de Seguridad para periodistas.
Committee to Protect Journalists



El primer corresponsal de guerra civil contratado por un medio, aparece en la guerra de Crimea (1854).
Esto generó un punto de inflexión en la historia del reporterismo de guerra y también en la estrate­gia militar, pues hasta ese momento eran los propios militares quienes elaboraban sus informaciones que ahora veían como una nueva figura media entre el frente y la opinión pública: el periodista[1].
Hitos importantes en esta relación periodistas-militares, son la guerra de Vietnam, puede que sea el único caso donde los reporteros trabaja­ron sin censuras, con una libertad sin precedentes y en convivencia informal con los militares. Aunque finalizado el conflicto, la percepción de los militares fue que la cobertura mediática pudo ser una de las causas de la derrota estadounidense y esto llevó a la ruptura de la confianza entre ambas partes.  En la guerra de Irak en 2003, se recupera la relación entre periodistas y militares, su convivencia, acompañada esta vez de un contrato suscrito por ambas partes. El modelo, conocido como sistema de empotrados o embedded system, fue diseñado por el Departamento de Defensa estadounidense y diez años después se ha consolidado como una de las principales vías para la cobertura de conflictos y como herramienta para acercar ambos bandos[2].
Antes de Irak 2003, las principales fórmulas para regular el acceso de la prensa al campo de batalla fueron diseñadas y activadas en su inmensa mayoría por Estados Unidos. El sistema de empotrados es, un paso más en el camino que el Pentágono viene recorriendo desde que en la Guerra Civil americana el General William Sherman estableciese ese vínculo directo entre censura y victoria militar[3].



[1] Corresponsales de Guerra, su historia y su actuación. José Altabella. 1945
[2] Corresponsales de guerra en el campo de batalla: un estudio de su relación con militares desde Crimea a Irak. Leire Iturregui, María José Cantalapiedra, Leire Moure y Rosa María Martín. http://revistas.ucm.es/index.php/HICS/article/view/45055/42426
[3]Origen y evolución de la relación entreperiodistas y militares en operaciones.El sistema de empotrados Irak 2003. Universidad del País Vasco. Leire Iturregui Mardaras. https://addi.ehu.es/handle/10810/12246




Actualmente los muchos periodistas con experiencia en conflictos armados aconsejan escapar del prototipo de reportero aventurero y reivindicaron su papel de buscadores y contadores de historias[1], Muchos proponen el periodismo local como escuela para el reporterismo, augurando el predominio de los autónomos frente a los periodistas en plantilla y recomendando huir del egocentrismo y luchar como colectivo por los derechos laborales.
"El corresponsal de guerra no es un Indiana Jones, es un contador de historias”. Los reporteros son como buscadores de historias que deben “leer, leer y leer” y tener “formación de periodismo local”. Además, el foco de las historias no puede estar en el propio periodista, por mucho que le haya costado conseguir la información: “Nuestro ego tiende a la obesidad y hay que ponerlo a dieta constantemente[2].
Hernán Zin (reportero y director de documentales), incide en la misma idea: periodismo local y fuera egos. “Mucha gente se cree que por ir a la guerra ya te tienen que publicar los artículos”.
Pero también hay voces discrepantes que hablan de una “doble moral o protección de los periodistas”. El fotoperiodista “freelance” J.M. López, califica de “doble moral” la decisión de los medios de no contratar periodistas para informar sobre determinadas guerras, arguyendo que carecen de la seguridad suficiente. Y lamenta que Siria sea una guerra cubierta tan solo por “freelances”, en su opinión, ante el desinterés de los medios. “Cada vez pagan menos por las crónicas y por las fotos, no me creo que no haya dinero[3].

El periodismo presenta carencias en relación con la formación de los corresponsales de guerra. Varios aspectos pueden motivar este déficit, siendo uno de ellos la falta de interés de los centros de enseñanza.
Este déficit en la formación y la falta de control de los factores endógenos, pueden degenerar en situaciones terribles como la vivida por los corresponsales en la guerra de Irak, que llevó a un gran número de bajas entre periodistas.
Desconocimiento de factores básicos como el adecuado equipo individual necesario para llevar en una zona de operaciones o en los procedimientos de actuación en situaciones de combate, fueron determinantes en esta situación.
Actualmente existen diferentes cursos basados principalmente en aspectos de seguridad y sanitarios, la mayoría dirigidos a freelances. El coste de estos cursos es elevado, jornadas de tres a cinco días, pueden rondar los 4.000 €, coste que puede resultar elevado para algunos periodistas. Existen opciones interesantes: el curso de la Universidad de Columbia ‘Reporting Safely in crisis zones[4]’ ronda los 1.000 dolares. En España han surgido iniciativas puntuales como la de la Universidad San Jorge de Zaragoza que no han llegado a cuajar.




Las Jornadas (las del 2014 fueron las XI Jornadas[1]), intentan dar a los periodistas – veinticinco en el 2014 - unas nociones básicas sobre los diferentes aspectos que se consideran necesarios para el desarrollo del trabajo como corresponsal de guerra, proporcionándoles conocimientos y habilidades que les permiten desarrollar su trabajo con la mayor seguridad posible en zona de conflicto[2]. Por lo que se pueden considerar como la opción más interesante en este aspecto en el ámbito nacional. Conocimiento sobre prevención sanitaria y primeros auxilios, seguridad y autoprotección en zona, conocimiento de material como armamento y minas, prácticas de conducción todoterreno y unas interesantes prácticas de empotramiento en una Unidad, son parte de los contenidos que se imparten en las Jornadas.
Se basan en cinco puntos generales que se consideran los mínimos a dominar por un corresponsal de guerra[3]:
1.- Estar informado del lugar de destino: Conocer la cultura de la zona.
2.- Manejar los fundamentos esenciales de los primeros auxilios: Controlar técnica de reanimación.
3.- Ensayar situaciones inesperadas: Dominio de la conducción todoterreno.
4.- Emplear en cada momento un equipo adecuado a la tarea que se realiza: protección NBQ.
5.- Saber protegerse: Evitar peligros innecesarios.



2.   Prevención sanitaria en Z.O.

      La asistencia sanitaria es un elemento prioritario en cualquier operación. En una situación como la que puede vivir un corresponsal de guerra, separado de bases militares y hospitales, puede ser crucial para su vida.
La prevención es fundamental, antes y durante su periodo en zona. Vacunas obligatorias antes del traslado, conocimiento de los elementos de riesgo del terreno donde se moverá,  prevenciones a tener en cuenta con agua y alimentos. Todo englobado en lo que se denomina como ‘Geografía Médica[4]’.



[1] El Ejército de Tierra organiza las XI Jornadas de Corresponsales de Guerra para periodistas y fotógrafos. http://www.ejercito.mde.es/departamentocomunicacion/oficinadeprensa/jornadas_corresponsales_2014.html

[3] Informar con Seguridad. Boletín Informativo Tierra (octubre 2014). http://www.ejercito.mde.es/publicaciones/boletin/224.html
[4] La geografía médica es la rama de la geografía que se ocupa del estudio de los efectos del medio ambiente en la salud de las personas y de la distribución geográfica de las enfermedades incluyendo también el estudio de los factores ambientales que influyen en su propagación. El objeto de estudio de la geografía médica es el ser humano, su comunidad y sociedad, el estudio de las regiones de salud y de las relaciones mutuas entre el individuo, el medio natural, los vectores que transmiten las enfermedades, los factores de riesgo o propensión al deterioro de la salud de una población y las condiciones de infraestructura y atención en los servicios de salud de una comunidad.



Todas estas recomendaciones se reciben en una sesión teórica en el Hospital Central de la Defensa.
La sesión teórica se completa con una sesión práctica sobre primeros auxilios, transporte de heridos y soporte vital básico, que ayudará al corresponsal de guerra a soslayar situaciones urgentes.

El Teniente Coronel B. A. del Departamento de Misiones de Paz de la Escuela de Guerra, Centro que organiza estas jornadas, insiste en el esfuerzo del Departamento para que sean eminentemente prácticas, a diferencia de las primeras que se organizaron.
Así, prácticas en soporte vital básico como hacer una camilla de circunstancias con dos palos y una manta, situar un brazo roto en cabestrillo con la ayuda de los botones de la camisa o extraer a una persona de un vehículo o practicar un torniquete, puede ser la clave entre una incidencia o una tragedia para el periodista[1] en zona.
Por ejemplo, el uso de loctite  en momentos de emergencia para pegar heridas y ponerlas a cicatrizar en cuestión de segundos o para sustituir a un odontólogo “…cuando andas en medio de un desierto o de una ciudad medio derruida y se tiene un diente moviéndose en exceso o se ha caído una corona”. Esta solución es mejor que buscar un barbero en un pueblo perdido.
La utilidad de la cinta americana no se queda atrás. Para completar un cabestrillo con el que inmovilizar una extremidad o ayudar amontar una camilla improvisada con la que sacar a un herido de una zona caliente y transportarle hasta una zona segura. “…por mucho que sorprenda, también es útil para tapar un orificio en el cuerpo humano provocado por la metralla de una explosión e impedir que el aire entre al cuerpo por ese orificio y no por la boca o nariz, impidiendo la normal respiración del individuo”[2].

3.   Autoprotección en Z.O.

Los riesgos deben ser evaluados con anterioridad y reevaluados de manera frecuente a medida que las condiciones cambien. Los riesgos generales a ser identificados pueden incluir[3]:



[1] Jornadas de Corresponsales de Guerra. Revista Fuerzas del Mundo.
[2] Clases para la guerra: la magia del loctite y la cinta americana. J. Arias Borque. Libertad Digital. http://www.libertaddigital.com/espana/2013-10-01/clases-para-la-guerra-la-magia-del-loctite-y-la-cinta-americana-1276500650/
[3] Manual de Seguridad para periodistas. Committee to Protect Journalists. https://cpj.org/es/2012/04/manual-de-seguridad-para-periodistas-del-cpj.php


·    Peligros zona de combate como fuego cruzado, minas, bombas de dispersión, trampas explosivas, artillería y ataques aéreos.
·         Secuestro por extorsión o rédito político.
·      Peligros impuestos por multitudes, incluyendo la posibilidad de ataque sexual, robo, ataque con gas lacrimógeno o violencia.
·         Riesgos por tráfico (la principal causa de muertes antinaturales en el mundo).
·     Cruce de fronteras y otras interacciones con grupos armados potencialmente hostiles o rebeldes.
·         Vigilancia física que conduce a secuestro o identificación de fuentes.
·         Vigilancia electrónica e interceptación de información o fuentes.
·         Confiabilidad y lealtad de fuentes, conductores, guías, testigos y otros.
·         Crimen común, incluyendo los tipos de incidentes.
·         Peligros naturales, como huracanes o inundaciones.
·         Riesgos sanitarios desde enfermedades por contaminación de agua a SIDA.


“Siempre, en forma constante, cada minuto, mida los beneficios en comparación con los peligros. Y tan pronto como se sienta poco confortable con esa ecuación, tome la decisión de irse, abandone el lugar. No vale la pena”, Terry Anderson el ex corresponsal de la agencia Associated Press en Medio Oriente que tomado como rehén en Beirut durante casi siete años, escribió en el primer manual de seguridad del CPJ, publicado en marzo de 1993. “No hay nota que valga una vida”.


En este aspecto al igual que en el resto de las jornadas, se pretende aumentar al máximo el componente práctico. Antes de las sesiones prácticas, se imparten una teóricas donde se dan pinceladas sobre la necesidad importante de conocer la zona donde se moverá el corresponsal y de la importancia de tener una mínima preparación física. Qué equipo básico debemos llevar y qué documentación será necesaria.
Esta segunda jornada se inicia con una interesante charla sobre ‘Control de Stress’, pasando seguidamente a realizar prácticas sobre los siguientes temas:


3.1. Sensibilización sobre minas e IEDs en la Academia de Ingenieros

Existen más de 100 millones de minas sin desactivar repartidas en muchas zonas de conflicto, constituyendo uno de los elementos desestabilizantes en ZO.
Este taller eminentemente práctico, se desarrolla en el CID[1] de la Academia de Ingenieros (Hoyo de Manzanares), centro de gran prestigio internacional en la formación contra IEDs[2].



[2] Un artefacto explosivo improvisado es un dispositivo explosivo usado frecuentemente en la guerra no convencional o guerra asimétrica, por fuerzas comando, guerrillas y terroristas. Se le conoce también con el nombre IED (del inglés Improvised Explosive Device) o bomba caminera, nombre usado por los medios periodísticos para referirse a ellos. Durante la Guerra de Iraq los artefactos explosivos improvisados se han convertido en una de las armas principales de la resistencia iraquí. http://es.wikipedia.org/wiki/Artefacto_explosivo_improvisado



Además del conocimiento de material, donde el periodistas ve y toca diferentes IEDs, los mismos a los que las tropas españolas hacen frente en sus misiones, se realizan prácticas de localización de minas (técnica de sondeo) y de trampas IED, donde se incluyen minas de fogueo usadas en la Instrucción del personal militar.


Entre otros conceptos, se da a conocer a los periodistas los procedimientos, tácticas y técnicas utilizados para la lucha y prevención contra los IEDs.   Cuestiones de Instrucción tan prácticas como el control de indicios en el terreno (ramas, piedras, cables…) y lecciones aprendidas en ZO , se dan a conocer por expertos desactivadores del Ejército con una sólida experiencia y un prestigio ganado día a día en las Misiones Internacionales donde se ha participado.
Se conciencia a los asistentes del peligro continuo de estos IED, un objeto abandonado llamativo que vaya a ser un bonito recuerdo de nuestro paso por la misión, puede suponernos un accidente mortal[1].


3.2. Helicópteros: Vuelo diurno y nocturno en las FAMET

Esta es una de las principales sesiones prácticas. En la Base de las Fuerzas Aeromóviles del E.T[2]. se realiza una sesión de conocimiento de material y prácticas de embarque. Todo ello con la finalidad que el reportero esté familiarizado con los procedimientos que le permitan realizar un helitransporte con las medidas de seguridad adecuadas.


Se practica cómo embarcar, adoptar las medidas de seguridad adecuadas durante el vuelo y el uso del equipo. Antes se ‘toca’ material como gafas y otros medios de visión nocturna, cascos de piloto, etc…
Posteriormente se realiza un helitransporte real diurno y nocturno, siempre ambientado en un posible caso real en Z.O.

3.3. Prácticas de conducción todoterreno y Mantenimiento de vehículos

Estas prácticas se realizan con la colaboración de una empresa civil y tienen como finalidad dar al periodista una serie de conocimientos básicos de algo tan importante como la conducción todoterreno. Tema importante a tener en cuenta, dado que la mayoría de incidentes en zona de operaciones son debidos a accidentes de tráfico.

En Z.O. cualquier incidente puede ser determinante para nuestra seguridad. Una indisposición del conductor del vehículo, un fallo mecánico que nos inmovilice en una zona peligrosa o no tener la habilidad necesaria ante un vuelco del vehículo, puede suponer que corramos serios peligros en una zona de combate[1].
Para ello y siempre premiando el aspecto práctico, se realizan itinerarios de conducción por terrenos complicados y en situaciones diversas (lluvia, barro…), prácticas de mantenimiento básicas y sesiones en simuladores de impacto y vuelco.

3.4. Riesgo NBQ, practicas nocturnas, Empotramiento en Unidades Tácticas y movimiento en vehículos de combate

Como siempre ambientado en Z.O., en el campo de Maniobras de la Academia de Infantería[2] (Toledo), se realizan prácticas en el ‘campo’.  Los periodistas y una Unidad de Infantería se adiestran, los periodistas se ‘empotran’ y la UCO también vive la experiencia de llevar un elemento ajeno, entre ellos.

¿Pero por qué empotrarse? En Afganistán hay una razón de peso. Resulta casi imposible que un periodista extranjero pueda llegar a una zona rural sin que lo secuestren. En cuanto corra la voz de que hay un extranjero en una zona remota, las posibilidades de que sea capturado son infinitas. Un extranjero en Afganistán equivale a dinero: el del rescate.


Periodistas empotrados. Mónica Bernabé




[1] La mayor parte de los incidentes, no ya de los periodistas sino de los propios militares que participan en las misiones, se producen por accidentes de tráfico.  Unas bases mínimas de mecánica y una buena cinta americana (capaz de reparar provisionalmente casi cualquier cosa que nuestra imaginación dé de sí) nos permitirán seguir nuestro camino hasta un taller si sufrimos una pequeña avería en medio de la nada. 10 Consejos para un corresponsal de guerra. José Vallés. Inma Coronel. http://www.telecinco.es/blogs/aquimifusilaquimipistola/consejos-corresponsal-guerra-prensa-curso-Ejercito_6_1877490006.html



Un tema nocturno, ambientado en Z.O., permite realizar las prácticas de ‘empotramiento’. El periodista asiste al planeamiento y ejecución posterior.

El empotramiento es un procedimiento importante que debe ser conocido por periodistas y militares, para que su funcionamiento práctico sea el mejor posible. 

El periodismo empotrado tiene elementos positivos y negativos[1]. Positivos, como el anteriormente citado por Mónica Bernabé y negativos, como la imagen del corresponsal supuestamente independiente que se somete al control de la información por sus mentores militares que se la entregan cuidadosamente dosificada.

Prácticas con el Equipo NBQ, movimiento en vehículos mecanizados, conocimiento de armamento y de sus efectos (asistiendo a ejercicios de tiro real) incluso con explosivos, dan al periodista una idea de lo que es y no el fuego real y de la eficacia de todo tipo de armas.



[1] El empotramiento coloca a los periodistas en el sitio donde están las Unidades, por ejemplo la toma de Faluya en 2004 por los estadounidenses fue ampliamente relatada por la mayoría de prensa de Bagdad, que fue empotrada en las tropas americanas. Pero los insurgentes iraquíes tomaron en la misma operación Mosul, más importante que Faluya, y un revés para la coalición aliada. Paso virtualmente sin mencionarse, ya que no había tropas estadounidenses presentes y por lo tanto tampoco había periodistas empotrados. Los peligros del periodismo "empotrado". Una visión deformada de la guerra. Patrick Cockburn. CounterPunch. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=117339

4.   Información Pública en Operaciones

En las jornadas se resalta la importancia que se da a la Información Pública en el Ejército. Se describen conceptos sobre Información Pública en Operaciones y sobre su estructura nacional e internacional.  Aspectos más operacionales de la IP y su aportación al cumplimiento de la misión. Su finalidad principal de responder a la necesidad de información de la sociedad y de conseguir la comprensión y apoyo a la operación. Nociones como los límites de la I.P. en Operaciones: Seguridad de las Operaciones, Derecho a la Intimidad y Seguridad de la Fuerza; y otros que se consideran importantes que el periodista en zona debe conocer, son tratados.

Se ofrece un baño básico de conocimiento de la estructura de la Fuerza, despliegue y composición de las diferentes misiones.


También se da a conocer la figura del Oficial de Información Pública (PIO)[1]

Public Affairs Officer (PAO)[2] y sus cometidos. Es el especialista militar en Información Pública de la Misión, depende de la Oficina de Comunicación del Ministerio de Defensa y del Jefe de la Agrupación. Constituye un elemento de la estructura de la Misión que conoce en todo momento la Operación y sabe lo relevante y no relevante de la misma.




[1] Hoy, todas las operaciones militares en el exterior contemplan la comunicación pública como una función fundamental en los planes de operaciones. El desarrollo de este importante cometido, que se ejerce bajo la dirección de la cadena de mando, recae en el Oficial de Información Pública (PIO). Este puesto militar se introdujo en las Fuerzas Armadas españolas en 1992, concretamente en la misión de Bosnia – Herzegovina, que contó, por primera vez, con un equipo destinado a la labor informativa. En palabras del teniente coronel Manuel Carlos Rodríguez1 , PIO de la primera agrupación (ASPFOR I) participante en la misión de Afganistán, de enero a mayo de 2002, y exjefe de prensa del Ejército de Tierra, “el PIO era una figura extraña, que chirriaba un poco porque el ejército español no estaba acostumbrado”. El Oficial de Información Pública: factor clave en la nueva comunicación de la defensa. Verónica Sánchez Montero. http://www.ieee.es/Galerias/fichero/docs_opinion/2014/DIEEEO31_2014_PIO_MisionesInternacionales_V_SanchezMoreno.pdf

5.   Conclusiones y Testimonios

Las primeras Jornadas eminentemente teóricas, han evolucionado a unas Jornadas muy prácticas, donde el periodista vive situaciones similares a las que pueda encontrar en ‘zona’. Este aspecto más práctico y otros más, han surgido de las propias inquietudes de los asistentes a los anteriores cursos que son muchas veces tenidas en cuenta por los organizadores de las Jornadas.
Evidentemente, las Jornadas no pretenden convertir al periodista en un auténtico corresponsal de guerra, pero consiguen que adquieran unas nociones básicas y unos conocimientos prácticos que le ayudaran a manejarse en las situaciones que pueda encontrar en el desarrollo de su trabajo.
Podemos considerar a las Jornadas de Corresponsales de Guerra como la opción de formación más específica para periodistas que se imparte actualmente en España

Fuente: Boletín Informativo Tierra


1.   Bibliografía


1.   Abreviaturas


C.I.D.                         Centro Internacional de Desminado
E.T.                             Ejército de Tierra
I.E.D.                         Improvised Explosive Device (artefacto explosivo improvisado)
I.P.                              Información Pública
N.B.Q.                       Nuclear, Biológico y Químico
P.I.O.                          Oficial de Información Pública
U.C.O.                        Unidad, Centro u Organismo.
Z.O.                            Zona de Operaciones
P.I.O.                          Oficial de Información Pública
P.A.O.                        Public Affairs Officer



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