sábado, 30 de noviembre de 2024

La Expedición a México de Prim ¿Ambición Personal o Deber Nacional? ¿Intereses personales o de España?

El 4 de diciembre de 1861 una flota española con 7.000 hombres partió de La Habana hacia el puerto de Veracruz. Esta expedición, liderada por el general Prim durante el gobierno de O'Donnell, buscaba recuperar la influencia perdida de España en América y, según algunos, restaurar el prestigio nacional en el continente. Sin embargo, más allá de una misión militar, esta historia también refleja la AMBICIÓN PERSONAL de Juan Prim.

En 1861, mientras Estados Unidos estaba inmerso en la Guerra Civil y la doctrina Monroe se encontraba en suspenso, Francia y Gran Bretaña decidieron intervenir en México para derrocar al gobierno de Benito Juárez. El objetivo era instaurar una monarquía con Maximiliano de Habsburgo como soberano, un proyecto especialmente impulsado por Francia. Alegaban que el gobierno de Juárez había cometido agravios contra sus súbditos y que la suspensión del pago de la deuda externa justificaba la intervención. España se unió a esta iniciativa con la esperanza de recuperar parte de su influencia en América Latina.

Curiosamente, durante uno de sus exilios en París, Prim se relacionó con influyentes miembros de la sociedad del Segundo Imperio, donde conoció a Francisca Agüero González, "Paquita", una rica heredera del banquero mexicano Agüero. Aprovechando sus contactos e influencias, Prim logró ser nombrado jefe de la expedición española a México. Y curiosamente, esta misión no solo representaba una oportunidad de gloria militar, sino también una solución potencial a sus problemas financieros, ya que había dilapidado gran parte de la fortuna de su esposa en proyectos fallidos.

El 15 de abril de 1862, durante la Convención de La Soledad, el delegado francés expresó abiertamente el apoyo de su gobierno a los conservadores que se oponían a Juárez y acusó a Prim de tener aspiraciones personales para coronarse como emperador de México. Prim rechazó estas acusaciones y, en una decisión que sorprendió a muchos, ordenó la retirada de las tropas españolas.

La reina Isabel II, que se oponía a la candidatura de Maximiliano al trono mexicano, respaldó la decisión de Prim de retirarse, a pesar del desacuerdo del gobierno de O'Donnell, que deseaba mantener una buena relación con Napoleón III y fortalecer la alianza con Francia.

En última instancia, la expedición a México se convirtió en una historia de ambiciones personales y decisiones políticas complejas. Prim navegó cuidadosamente en el panorama internacional, manteniendo un equilibrio entre sus propios intereses y los de España. Sin embargo, la pregunta persiste: ¿Qué motivó realmente a Prim? ¿Sus ambiciones personales y la necesidad de reconocimiento, o el deseo genuino de devolver a España parte de su antigua grandeza en América? Cualquiera que haya sido la motivación, su participación dejó una marca significativa en la política del momento, reflejando tanto la ambigüedad de sus intenciones como el complejo equilibrio de poder de la época. 

Su relación con la masonería da para otra entrada en el blog.



Fuentes:

https://www.timetoast.com/timelines/efemerides-1851-1900-sergio-camero

- El militarismo en la España decimonónica (1808-1874). Cristian Álvarez Suárez.

- Militares y Masonería. Ezequiel Ignacio García-Municio de Lucas.

- Militares masones de España. Manuel de Paz Sánchez.


lunes, 25 de noviembre de 2024

General Francisco Serrano "jugando sus cartas a conveniencia y sobreviviendo a los tiempos para lograr mantenerse siempre presente hasta casi el final".

Serrano, con Espartero y contra él, al lado de Narváez primero y después enfrentado, de la mano de O'Donnell posteriormente, “General bonito” de la Reina y una de las cabezas de la Revolución que la derrocó, Regente, Presidente del Gobierno bajo la Monarquía de Amadeo I, Presidente de la República posterior al golpe de Pavía y líder de la Izquierda Dinástica con la Monarquía alfonsina, el suyo fue todo un intenso recorrido por el espectro político, jugando sus cartas a conveniencia y sobreviviendo a los tiempos para lograr mantenerse siempre presente hasta casi el final. Su larga vida e intensa actividad política da para muchos y muy diversos estudios pero, sin embargo, tampoco Serrano alcanzó la popularidad de Espartero o de Prim. UN POLÍTICO DE UNIFORME.

El general Francisco Serrano, conocido por su papel clave en la política durante el siglo XIX, también mantuvo una relación con la masonería, similar a la de otros líderes liberales de su época. Serrano fue masón, al igual que muchas figuras políticas y militares del periodo. La masonería estaba profundamente vinculada al movimiento liberal en España, y Serrano, como un prominente líder liberal, encajaba en este contexto.

Serrano fue una de las figuras más destacadas de la Revolución de 1868 (conocida como "La Gloriosa"), que derrocó a Isabel II. La masonería jugó un papel importante en el apoyo a este movimiento, ya que muchos de sus líderes eran masones.

Después del derrocamiento de Isabel II, Serrano fue nombrado Regente del nuevo gobierno provisional en 1869. Aunque su relación con la masonería no fue tan pública como la de otros líderes, su participación en este grupo facilitó su ascenso dentro de los círculos políticos progresistas, durante su regencia y, posteriormente, como presidente del gobierno con Amadeo I.

Fuentes utilizadas:

- Militares y Masonería, un estudio sobre la influencia de la masonería en el ejército español a lo largo del siglo XIX, que proporciona detalles sobre las conexiones de figuras clave como Serrano y otros líderes militares y políticos.

- Historia del Centro Cultural de los Ejércitos, que analiza la influencia de la masonería y el papel de los militares en la política española, especialmente durante los movimientos revolucionarios del siglo XIX.

https://www.timetoast.com/timelines/efemerides-1851-1900-sergio-camero


sábado, 16 de noviembre de 2024

Miguel Primo de Rivera y la propuesta de cesión del Protectorado.

Miguel Primo de Rivera y la propuesta de cesión del Protectorado.

En marzo de 1917, Miguel Primo de Rivera, en ese entonces Gobernador Militar de Cádiz, propuso un intercambio con Gran Bretaña: "Ceder el Protectorado de Marruecos a cambio de Gibraltar". Esta propuesta fue considerada controvertida y le costó su cargo, siendo temporalmente destituido.

La propuesta se enmarcaba en un periodo de gran descontento dentro del ejército español por la situación en Marruecos. Miguel Primo de Rivera era conocido por su postura crítica sobre la presencia de España en África. Como Capitán General de Madrid, había afirmado que "un solo soldado más allá del Estrecho es perjudicial para España". Primo de Rivera argumentaba que el Protectorado era una sangría para España en términos económicos y humanos, y que su abandono permitiría al país concentrarse en problemas internos.

La propuesta de Primo de Rivera no fue bien recibida por todos. Algunos sectores del ejército se oponían al abandono del Protectorado por razones estratégicas y de prestigio internacional. España tenía compromisos internacionales que le obligaban a mantener el Protectorado, lo que hacía inviable su cesión a Gran Bretaña.

A pesar de su postura inicial, cuando Primo de Rivera llegó al poder mediante un golpe de estado en 1923, se vio obligado a mantener el Protectorado. La presión internacional y la complejidad de la situación en Marruecos le hicieron comprender la imposibilidad de un abandono inmediato.

No obstante, Primo de Rivera implementó una política de repliegue estratégico, conocida como la "Línea Primo de Rivera", con el objetivo de reducir las bajas y concentrar las fuerzas en puntos estratégicos.

Esta política de repliegue fue muy criticada por algunos militares, que la consideraban una derrota encubierta. Finalmente, Primo de Rivera optó por la solución militar, lanzando el desembarco de Alhucemas en 1925, que supuso una victoria decisiva para España y la pacificación del Protectorado.

La propuesta de Miguel Primo de Rivera de ceder el Protectorado de Marruecos a Gran Bretaña a cambio de Gibraltar refleja el clima de crisis y descontento que rodeaba a la presencia española en África a principios del siglo XX. Aunque esta propuesta no se materializó, marcó el inicio de un debate sobre la viabilidad del Protectorado y la necesidad de encontrar una solución definitiva a la cuestión marroquí.

Fuentes: Africanistas. Atienza y Rivera Chamorro.

La oposición al General Luque y los ascensos por méritos de guerra. Queipo de Llano en todas las salsas: Manifestación frente a la sede del periódico "La Correspondencia Militar" en Madrid el 12 de enero de 1910.

El periódico "La Correspondencia Militar" se erigió como un centro de oposición al General Luque y a su sistema de ascensos por m...